Ajedrez epistolar


Dos no discuten si uno no quiere; dos no juegan si uno no se apunta. Es altamente difícil entender algo de lo que Puigdemont escribe, el castellano no debe ser lo suyo, porque se contradice el solito. Quizás en la intimidad y con el catalán de Aznar se entenderían mejor.

Basarse en la legitimidad de un referéndum que ni los más alterados por el virus postmoderno aceptan, es de risa. Hablar de que proclamó la Independencia en el parlament de Catalunya, es ilusorio. Decir que el Parlament suspendió la DUI, es simplemente falso. ¿En que quedamos? Bien fácil: Puigdemont está tomando el pelo a Rajoy y probablemente a sí mismo; y lo que es peor, Rajoy, al menos hasta ahora, se deja.

A la Rajoy le caben tres opciones: contestar con otra carta fantasma hablando de… da lo mismo;    aceptar que, después de un análisis profundo y de sesudos políticos, Puigdemont en el fondo ha dicho que no hizo nada; o perder la paciencia y mandarlo, con el 155, a freír puñetas. ¿Qué hará Rajoy? A estas horas parece que se le han hinchado las narices y sigue con el lento deambular del 155 a la rajoyana.

No entiendo nada. ¿Por qué hemos tenido que esperar al casi hundimiento de la economía para hacer lo correcto? ¿Alguien me lo explica?


Un comentario en «Ajedrez epistolar»

  1. Estamos ante un panorama de extrema doficultad ante un gobierno de extrema derecha populista

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