De quién es Charlie Gard


Charlie Gard, bebé británico de onces meses, hijo de Connie Yates y Chris Gard, sufre una terrible enfermedad genética, tiene mutaciones en el gen RRM2B, una alteración genética que impide a su organismo replicar correctamente el ADN mitocondrial, que es esencial para generar energía en las células. Este defecto trae como consecuencia daños irreparables que van a peor. Por ahora no puede moverse, ni oír, ni ver, ni tragar, ni respirar sin ventilación artificial. Por este motivo los médicos del hospital Great Ormond de Londres piensan que nada se puede hacer por el, y abogan por dejarle morir, para no prolongar su sufrimiento injustificadamente.

Los padres no aceptan este dictamen y luchan por la vida de su hijo y es por este choque de voluntades, que el caso llegó a la justicia, ya van cuatro tribunales, incluido el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que han dado la razón a los médicos y han sentenciado que para que el niño muera con con dignidad debe aplicársele la eutanasia desconectándole del respirador artificial que le mantiene con vida.

Voces como la del Papa Francisco y la de Donald Trump, así como el ofrecimiento de algunos hospitales, entre ellos el Valle Hebrón de Barcelona, dónde proponen un tratamiento experimental que podría tener resultados esperanzadores, van a hacer que la justicia británica se replantee su decisión.

La realidad es que no estamos frente a un problema de dinero, sino que topamos con una cuestión de criterio jurídico que tiene también su lectura moral. El argumento de la justicia británica es que debe prevalecer el derecho del niño frente al derecho de los padres, y en este caso el derecho que peligra es el derecho a una muerte digna según el criterio de los médicos que le atienden; ante esta discrepancia entre padres y médicos, la justicia ha sido la encargada de dictaminar.

No entiendo nada. Llevamos décadas de hiperlegislación hasta tal punto que hemos perdido el oremus. Los niños son de sus padres, mientras estos no pierdan la patria potestad. ¿Qué pinta un médico o un juez contradiciendo la voluntad de unos padres que quieren que su hijo viva? ¿Alguien me lo explica?


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