Álvaro Peñas: ‘Los polacos están cansados de que la toga signifique impunidad’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Alvaro Peñas (@penas_alvaro), responsable de seguridad.

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JMF: ¿Conoces los antiguos países del este? Los llamados países de ‘Visegrado’.

AP: Sí. He estado varias veces. Tengo muchos contactos porque en su día lleve relaciones exteriores en un partido ya disuelto, y eso, junto con mi afán viajero, hizo el resto.

JMF: ¿Qué problema tiene Polonia con su reforma judicial que tiene nerviosa a la U.E.?

AP: La reforma judicial polaca es una medida que cuenta con un gran apoyo popular, en torno al 80% según las últimas encuestas, y una de las promesas electorales de Ley y Justicia, de hecho intentó llevarla a cabo en la anterior legislatura aunque desistió por la presión de la UE. Los jueces en Polonia están muy politizados y apoyan a la oposición, que mantiene una política muy acorde con la de la UE. La reforma conllevará la pérdida de mucho poder para la oposición y para la punta de lanza de las políticas de la UE en Polonia: inmigración, aborto, etc.

JMF: Pero, ¿en qué consiste?

AP: La reforma establece un órgano para impedir que los jueces rompan u obstaculicen la ley, o participen activamente en política. Este órgano, denominado Consejo General de Justicia, es nombrado por el Gobierno y tiene capacidad para nombrar nuevos jueves, cambiar jueces de tribunal e incluso suspenderlos. La reforma también incluye la elección del presidente de la Corte Suprema por el presidente de la República.

JMF: Hasta ahora, ¿cómo era?

AP: Hasta ahora el poder judicial constituía una casta privilegiada. Después de la desaparición del régimen comunista en 1989 no hubo cambios, y los mismos jueces que condenaban a los activistas y trabajadores anticomunistas, conservaron sus cargos en el nuevo estado. El poder judicial quedó libre de ninguna clase de control y ha conformado una auténtica casta que provoca la indignación de la mayoría de los polacos, incluidos muchos votantes de la oposición. Por un lado por su manifiesta actividad política, y por otro por muchos casos en los que los jueces han cometido delitos comunes y salido impunes. Sólo el año pasado se contaron por decenas. Por eso la reforma es tan popular, porque los polacos están cansados de que la toga signifique impunidad.

JMF: Pero va contra la independencia del Poder Judicial…

AP: Sí, eso es lo que denuncia la oposición y la UE, pero las medidas de la reforma están presentes en otros países de la UE. En una entrevista el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, señalaba el ejemplo de Francia, donde los jueces tienen prohibido participar en debates políticos u obstaculizar el funcionamiento de los tribunales. O como en Alemania se cesó a una tercera parte de los jueces de la Alemania Oriental por sus ideas comunistas.

JMF: Ha habido hasta un debate en el Parlamento Europeo, ¿cómo se resolverá esto?

AP: En esta ocasión Ley y Justicia no va a hacer como en el 2017, cuando retiro su reforma, y parece decidida a seguir hasta el final. Varios de los jueces más activos políticamente, como Malgorzata Gersdorf, presidente de la Corte Suprema, se jubilan este año y eso allana el camino para el cambio. La UE mantiene abierto un proceso sancionador contra Polonia desde 2017, el artículo 7, pero no dado más pasos al respecto y en el último debate en el Parlamento Europeo sobre la reforma judicial polaca sólo estaban presentes los diputados polacos y dos miembros de la Comisión, por lo que parece que ya ha dejado de ser un asunto de máximo interés para los europarlamentarios. Beata Szydlo, ex primera ministra, defendió en el Parlamento Europeo que la reforma cumple con la Constitución polaca y con los acuerdos firmados con la UE. Y que toda esta polémica representa, con razón, un ataque a su soberanía nacional.

JMF: ¿Con qué sanción amenazaban?

AP: La UE amenazó con quitar el derecho a voto a Polonia. Y algunos jueces de la Corte Suprema, como la ya citada Gersdorf, pidieron que se castigase a Polonia con sanciones económicas. Según la Corte Suprema polaca, la UE debería expulsar a Polonia de la Unión si lleva a cabo la reforma.

JMF: ¿Piensas que finalmente habrá reforma y castigo luego?

AP: Creo que la reforma saldrá adelante y confío en que el castigo sea simbólico, aunque luego sea magnificado por la prensa con la habitual campaña de desprestigio. La UE tiene cada vez más frentes abiertos y no creo que quiera que se produzcan más Brexits.

JMF: ¿Es muy celoso el polaco de su soberanía?

AP: Sí, son una nación que recuperó su soberanía hace un siglo. Veinte años después fueron de nuevo invadidos por nazis y soviéticos, y pese a todo, los polacos no dejaron nunca de combatir en todos los frentes. La derrota alemana no trajo consigo la libertad, sino el cambio de una tiranía a otra, con el consentimiento tácito de Occidente que estaba aliado con Stalin. No fue hasta 1989 cuando Polonia se libró al fin del yugo comunista. Esta dura historia ha dejado huella en la Polonia actual. Los polacos saben muy bien lo que significa no tener patria, no tener soberanía, no poder decidir sobre su destino. Por esa razón, junto con otros países del este vacunados del comunismo, plantan cara a las políticas de la UE, porque no están dispuestos a que nadie decida por ellos.

JMF: Gracias Alvaro, un abrazo, me atrae Polonia.

AP: Un placer, a mi también de hecho vuelvo en marzo.


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