Josep Maria Francàs Porti. You tube: (https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber ). (twitter: @jmfrancas)

Empieza la campaña electoral catalana y como suele ser habitual se abre el espacio y el tiempo para que nos tomen por tontos y nos ametrallen con mentiras a todas horas. Ya ni siquiera es lo que les gustaría hacer y saben que no podrán realizar, sino que nos bombardean con aquello que saben que queremos oír aunque les repugne hacerlo. Ojalá mi visión, más que realista, no se cumpla y por fin haya cierta verdad detrás de la política, pero no soy nada optimista. Esta vez, y ya es difícil, la campaña será todavía peor, al cúmulo de mentiras por promesas vacías, se une la manipulación más obscena que ya ha empezado.

¿Qué es sino manipulación decir que España mantiene candidatos en la cárcel, cuando fueron presos sin ser candidatos y se les puso en las listas precisamente por eso? ¿Qué es sino manipulación cuando Puigdemont dice que competirá en desigualdad de condiciones por no poder pisar Cataluña, cuando fue el el que huyo en un rocambolesco y patético plan nada propio de uno que se siente inocente? ¿Qué es sino manipulación seguir hablando libre y alegremente de presos políticos, una gente que piensa igual que los que están en la carcel y no les detiene nadie? ¿Qué es sino manipulación alabar al juez Llerena cuando deja libre a Forcadell, y tacharlo de lo más bajo cuando no se fía un pelo de los sonrientes ‘jordis’?

No entiendo nada. ¿Es posible regenerar un país si la mentira y la manipulación no tienen coste político? ¿Alguien me o explica?