Carlos Conde Solares: ‘La historia del Reino Unido no puede entenderse sin España y viceversa.’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Carlos Conde Solares. Profesor de Historia de España, en la Universidad de Northumbria, desde hace diez años, y dirige Masters de Historia. Dirigió la campaña pro-Europea en el Nordeste de Inglaterra durante un año más o menos, en torno al referendum del Brexit.

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JMF: ¿Cómo ves el Brexit?

Carlos Conde Solares: Pues creo que estamos en un punto muerto tan impredecible como peligroso. Todas las cartas siguen sobre la mesa: desde la salida desordenada y caótica dentro de unas semanas hasta la prórroga del artículo 50, el segundo referéndum y la cancelación del proceso de salida. No me atrevería a aventurar lo que va a suceder. El equilibrio parlamentario es tremendamente precario, y cualquier ‘cisne negro’ puede precipitar los acontecimientos hacia uno u otro lado. Se trata de uno de los momentos menos gloriosos de la historia del Reino Unido.

JMF: Pero, ¿por qué quiere salirse Gran Bretaña de la Unión Europea?

Carlos Conde Solares: Ahora mismo, estamos ante un país ensimismado, confundido, víctima de fuerzas populistas y también de sus propios mitos históricos. En lo que se refiere a los motivos, diría que hay varios. Uno de ellos es el nacionalismo inglés, que siempre ha visto a Europa con desdén y recelo. Es una ideología excepcionalista, heredera de una visión romántica del imperio británico y exacerbada por un contexto internacional de crisis prolongada. También confluye la llegada al Partido Laborista de un grupo intuitivamente euroescéptico liderado por el propio Jeremy Corbyn. En mi opinión, el referéndum se perdió en gran parte por la desidia laborista a la hora de movilizar a su electorado. La educación británica además pone mucho énfasis en una narrativa algo distorsionada de la Segunda Guerra Mundial, según la cual el Reino Unido vendría a ser el salvador de Europa frente a una Alemania expansionista. La idea de que ‘Europa nos necesita más que nosotros a ella’ es tremendamente resistente a la realidad de un Reino Unido absolutamente desvalido en sus negociaciones con Barnier, que no ha cedido en prácticamente nada.

JMF: Desde aqui parece que querían las ventajas de estar en la UE pero ningún inconveniente en el sentido de que desde Bruselas té manden otros.

Carlos Conde Solares: Sin duda. La postura del Reino Unido siempre ha tenido un componente obstruccionista. Fueron capaces de negociar el cheque británico, de quedarse fuera del Euro y de obtener varias ventajas más que otros no tienen. Su visión de Europa siempre ha tenido más que ver con tratar de controlarla desde dentro, impidiendo o retrasando el proceso de integración, que con una voluntad sincera de construcción común y colaboración. Todo ello era legítimo, pero su propia retórica anti-europea ha terminado por engullir su posición de ventaja, obligándoles a un salto al vacío de consecuencias impredecibles, pero negativas con casi total seguridad.

JMF: Y ahora, ¿dónde está el escollo para aceptar lo pactado por Mayr?

Carlos Conde Solares: En que un referéndum binario para una decisión tan compleja es un instrumento desastroso. Los políticos interpretan el voto de salida de maneras diferentes. Para unos se trata de salir en términos parecidos a los de Noruega, salvaguardando los intereses económicos y permaneciendo en el ámbito del mercado único. Para otros es un cheque en blanco hacia un Reino Unido volcado en su antiguo imperio. Y para otros es un voto anti-inmigración. Es un auténtico caos. Ninguna postura goza de una mayoría social, y ninguna propuesta goza, de momento, de mayoría parlamentaria. Solo hay mayorías ‘en contra de’, pero no la hay para decidir qué se quiere hacer. El pacto de Theresa May es inaceptable para los Brexiteros más ultramontanos (unos 100 en su propio grupo parlamentario) porque ata al Reino Unido a evitar una frontera física en Irlanda del Norte, en cumplimiento del Acuerdo de Paz del Viernes Santo. Esto, claro está, pone en peligro la integridad territorial del Reino Unido, puesto que Irlanda del Norte debería mantener su regulación en armonía con la de la República de Irlanda, divergiendo del resto del Reino Unido y produciendo una reunificación de facto de Irlanda. Esto además produciría una situación de ventaja con respecto a Escocia que, no olvidemos, votó mayoritariamente por la permanencia, y que se vería lo suficientemente agraviada como para solicitar el mismo trato. Y por otro lado, el acuerdo de May también es inaceptable para los pro-europeos, puesto que saca al Reino Unido del mercado único y de la unión aduanera. En realidad, el acuerdo de May sí pone de acuerdo a todo el mundo: a nadie le gusta. En el fondo, el problema es que lo que prometió la campaña del Leave es una fantasía imposible. Solucionarlo es una labor prácticamente imposible.

JMF: La situación es por lo que cuentas un camino sin salida…

[19:15, 7/3/2019] Carlos Conde Solares: Así es. Dar marcha atrás tendría consecuencias políticas imprevisibles, aunque económicamente sería lo más sensato. Y tirar por la calle de en medio con un Brexit duro podría producir un efecto devastador en la economía y sociedad británicas. David Cameron cometió un error calamitoso, histórico. Le salió bien, al menos temporalmente, la apuesta por la ‘democracia directa’ en el caso escocés, pero el referéndum del Brexit fue un auténtico desastre que deja al Reino Unido a los pies de los caballos. Sus decisiones fueron de una irresponsabilidad monumental.

JMF: Que supondría el Brexit duro?

Carlos Conde Solares: La salida sin acuerdo, desordenada: colas de camiones en Dover, escasez de alimentos y medicinas… El propio gobierno ha activado protocolos que incluyen el despliegue del ejército británico en varios lugares. Una locura, y esto en el corto plazo. En el medio, largo… Quién sabe? El Reino Unido no es el único país que atraviesa una situación tan precaria de inestabilidad. Habrá que ver lo que sucede en los próximos años, en Europa y más allá.

Carlos Conde Solares: Por otra parte, el Brexit duro también supondría problemas para España y su sector turístico, y para las muchas empresas con inversiones e intereses vulnerables a una caída en picado de la libra y de la economía británica. Ahora bien, sería una oportunidad histórica para poner fin a la anomalía colonial de Gibraltar, y terminar de una vez por todas con ese paraíso fiscal que parasita la región y, francamente, es una humillación histórica. No olvidemos tampoco que cuando España entró en la CEE, el Reino Unido nos hizo comulgar con esa rueda de molino. Ahora la situación es la inversa y el poder y la inercia están del lado de España. Espero que los gobiernos españoles lo sepan aprovechar. Con calma, sin aspavientos, pero con firmeza.

JMF: ¿Aprovechar cómo?

Carlos Conde Solares: De momento, los resultados obtenidos son más bien escasos, decepcionantes. Pero se trata de una coyuntura muy favorable. De momento la Unión Europea ha adoptado la postura española (y de la ONU) de definir el territorio como colonia, algo que ha molestado mucho al Reino Unido pero que no tendrán más remedio que aceptar. A la larga, Gibraltar es insostenible en su ‘formato’ actual, por llamarlo de alguna manera, si no forma parte de la Unión Aduanera. No se trata de amenazar con nada: simplemente es un hecho. Si el Reino Unido sale de la Unión Aduanera y el mercado único, Gibraltar solo podría mantenerse sin frontera dura mediante un acuerdo de soberanía con España. La verja sería frontera de la UE.

JMF: Históricamente, ¿España ha hecho el primo con Gibraltar?

Carlos Conde Solares: No diría tanto. Hay que saber medir las propias fuerzas. Un enfrentamiento con el Reino Unido no nos venía resultando conveniente. Sin embargo ahora el equilibrio de poder cambia claramente a favor de España.

JMF: Tu eres especialista en los siglos XV y XVI, no tuviste mal ojo…

Carlos Conde Solares: Jaja. La verdad es que hay paralelismos, y algunas de las claves de la percepción de España en el mundo anglosajón siguen estando marcadas por la leyenda negra y el cisma entre católicos y protestantes.

JMF: Habrá que dedicarle otro día a este tema, ahi empezó todo…

Carlos Conde Solares: Sin duda. La historia del Reino Unido no puede entenderse sin España, y viceversa. Son dos naciones con unos lazos históricos profundos, prácticamente inseparables. No siempre han sido naciones socias y amigas, pero siempre han tenido trayectorias paralelas, a veces contrarias, y siempre mirándose de reojo la una a la otra.

JMF: Mil gracias Carlos, queda tema pendiente, un abrazo y hasta muy pronto.

Carlos Conde Solares: De nada, un placer! Hablamos otra vez cuando quieras!

JMF: Perfecto, así será. Un abrazo y gracias para vez.


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