España, mortal y muy gorda


obesidad

Texane BNP Paribas ha publicado un documento que titula The Ex-pain Report: memento mori” (recuerda que eres mortal), donde, si bien alaba las mejoras de la economía española en el último año, alerta de una posible euforia que tiene los pies de barro. España levanta cabeza macroeconómica en base a subir su deuda y crujir a impuestos y tasas a su tejido productivo, asfixiando a las clases medias que, siendo el 16% de la población, aportan el 70% de los ingresos de IRPF. Concluye el informe que «no se trata de subir más impuestos sino de recortar en gastos improductivos dado que la gigantesca estructura del Estado consume alrededor del 50% de los ingresos«.

No entiendo nada. ¿El informe recuerda que España es mortal, no hay milagros, ¿no será que más que mortal, que lo es, España es obesa, gorda y fundamentalmente elefantiásica y así no hay quien corra? ¿Cómo es posible que este gobierno prefiera mantener un Estado a todas luces obeso y, en vez de implementar un régimen de adelgazamiento, siga masacrándonos a tasas e impuestos para costear sus orgías digestivas y seguir engordando?

¿Alguien me lo explica?


Un comentario en «España, mortal y muy gorda»

  1. Estimado Sr. Francas:

    Lo que usted demanda como explicación, ya lo encuentra en su párrafo final: «…para costear sus orgías digestivas y seguir engordando».

    El político español -de cualquier filiación y pelaje-, a lo único que aspira es a mantener/mejorar su status, su nivel de disfrute de lujos y prebendas, su salario, sus poderes y, sobre todo, sus alabanzas en forma de gastos suntuarios como pueden ser los ya obsoletos aeropuertos fantasma, flotas imperiales de cochazos blindadísimos de alta gama, séquitos sólo igualables y al alcance sólo a nivel de jeque billonario y demás delicias que se costean a base de palos en las costillas a nosotros, los pagadores de impuestos.

    ¿Qué por qué nuestros políticos se empeñan en mantener esta obesidad y esta grasaza…?

    Por que a ellos les gusta, les sirve de colocación para sus familiares y amigos y, sobre todo, les sirve para forrarse día a día, para autopromocionarse y para vivir una vida de ensueño en un país marcado por seis millones de desempleados que, gracias al sacrosanto y europeísimo IVA, a pesar de no cobrar un céntimo, pagan impuestos por el mero hecho de vivir.

    Hagamos pues, del Manzanares el Ganges, y vayamos los parias allí a asentarnos, pues nuestras vacas sagradas necesitan espacio para sus cochazos oficiales, escoltas, séquitos y cabalgatas varias.

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