Madrid 2014


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Supongo que por maniobras de la alta política internacional la ciudad de Madrid ha perdido las tres últimas batallas en su deseo de ser olímpica. Madrid 2012, 2016 y 2020 son el fracaso del deseo de una ciudad que quería y quiere salir al mundo. La «relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor» no se la tomarán, hoy por hoy, los deportistas olímpicos. Desaparecido Samaranch, la fuerza española en el Comité Olímpico ya es historia. A pesar de estas derrotas, el interés de Madrid por asomar la cabeza sigue en pie y ahora se le presentaba un momento estelar difícilmente repetible: la coronación de un nuevo Monarca.  Madrid iba a ser el centro del mundo por un día. Todos los gobernantes importantes de la tierra iban a tomar este cariñoso café aunque no fuera en la susodicha plaza, igual de tantos que eran no cabían. Pues no, ahora no ha sido él,  ni Alberto de Mónaco, ni ningún comité. Algún español, no sé quién, con su complejo se ha bastado solo para hundir Madrid 2014.

No entiendo nada. El Congreso y el Senado votarán masivamente la ley de Abdicación, ¿a qué viene este complejo de hacer una proclamación real light? Con el sentimiento mayoritario de la ciudadanía sobre la unidad de España y la monarquía como forma de Estado, ¿por qué queremos esconder en las catacumbas un acontecimiento de afirmación española? Con lo que cuesta visualizar a una ciudad, ¿qué ventajas tiene hacer una ceremonia casi de incógnito? ¿Alguien me lo explica?


2 comentarios en “Madrid 2014

  1. Estoy de acuerdo con Ud. y aunque no es éste el lugar, ni el espacio adecuados, a tal punto ha llegado mi hartazgo con la descalificación sistemática de lo que fuimos y de lo que somos, que empiezo a pensar que las espectativas para ser, sin complejos, de mis nietos, pasan porq

  2. Estoy de acuerdo con Ud. y aunque no es éste el lugar, ni el espacio adecuados, a tal punto ha llegado mi hartazgo con la descalificación sistemática de lo que fuimos y de lo que somos, que empiezo a pensar que las espectativas para ser, sin complejos, de mis nietos, pasan porque mis hijos,que afortunadamente pueden permitírselo, se larguen a trabajar al extranjero, para criarlos en un medio mas positivo y esperar a que escampe
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    Jamás he sido patriotera y siempre he encontrado pueril la costumbre de ingleses y americanos de colocarse la bandera, hasta en sus partes pudendas.

    Pese a ello, me he hecho el firme propósito de comprarme una pulsera con la bandera española. Lo de facha, ya no me coge de nuevas…siempre que debates con un «progre», esa es su «última (e irrebatible) ratioi»

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