Manuel Arias Maldonado: ‘El gobierno ha mostrado voluntad colonizadora de las instituciones’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Manuel Arias Maldonado, Profesor Titular de Ciencia Política en la Universidad de Málaga y participante en MIRADAS ANTE LA CRISIS DEL COVID-19 organizadas por Club Tocqueville.

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JMF: El virus se irá, tarde o temprano, ¿qué quedará de su paso?

MAM: No lo sabemos; es pronto. Pero cabe esperar que una mayor conciencia de la vulnerabilidad humana ante las circunstancias ambientales, el deseo de una mayor capacidad del Estado para proteger a sus ciudadanos y, tal vez, un mayor recelo hacia los efectos colaterales de la globalización. Pero, también, acaso un mayor sentido de la humanidad compartida por todos los miembros de la especie.

JMF: ¿Más sector público cómo piden algunos?

MAM: Es probable. En realidad, lo que necesitamos es mejor sector público y no necesariamente más, pero esos matices no se abrirán paso fácilmente en el debate público. La crisis va a legitimar el intervencionismo público, por razones que tienen también que ver con el daño económico de la pandemia, y que requerirán un aumento del gasto. Por desgracia, la modernización del sector público se dejará a un lado.

JMF: ¿Te pareció correcto como se gestionó el ‘Estado de Alarma’?

MAM: Se podría haber hecho mejor. Pasamos de la ligereza en el tratamiento de la amenaza, con olímpico desprecio del principio de precaución, a la exigencia de apoyo parlamentario sin margen negociador y sin que quedase del todo claro por qué era necesario prolongar un estado excepcional que es indeseable en democracia y que otros Estados federales, tal es el caso de Alemania, no han usado. En conjunto, ha habido poca vocación deliberativa y una actitud defensiva que el caos en los datos ha reforzado. Dicho esto, el problema principal de la gestión gubernamental ha estado en la falta de anticipación ante un mal que llamaba a nuestra puerta desde Italia. Eso condicionó toda la estrategia política del gobierno y sigue marcando su discurso.

JMF: ¿Pretendió usar el Estado de Alarma para otras cuestiones?

MAM: Ha habido ocasiones en que el paraguas del estado de alarma ha servido para dar salida a otras decisiones, pero tampoco puede decirse que haya sido esa una operación constante.

JMF: Hay quién vio tics bolivarianos… ¿Imaginación o realidad?

MAM: La excepcionalidad democrática, suspendiendo los procedimientos ordinarios, es en la práctica una simplificación de las decisiones orientada a hacer frente a una situación que exige urgencia. Si esa suspensión se prolonga, la preocupación por las garantías democráticas es natural. Darle a eso el adjetivo bolivariano suena más propagandístico que otra cosa.

JMF: La presencia de ‘Podemos’ en el gobierno facilitaba el adjetivo… y el comportamiento de Iglesias más, 40 guardias civiles protegiendo su casa es más que raro ¿no?

MAM: Pero una cosa son los excesos de Iglesias, tan dado al exceso, y otra que la gestión de la pandemia pueda calificarse de “bolivariana”. ¿Qué significa eso exactamente? Ni siquiera está muy claro.

JMF: Bolivariana en el sentido de aprovechar el momento, estado de alarma, para colocarse en lugares clave y acabar con la independencia de órganos de control y los demás poderes. Una ex ministra de Fiscal General del Estado no es cosa menor y un Iglesias en el CNI tampoco.

MAM: Pero eso es anterior al estado de alarma. Como tantas otras cosas. Claro que este gobierno ha dado muestras de una preocupante voluntad colonizadora de las instituciones y organismos independientes. Pero eso antecede y trasciende el estado de alarma. ¿Es eso bolivariano? Me parece una Kampfwort de uso propagandístico; pese a todo, estamos lejos de Venezuela. Los analistas no estamos para reproducir esos adjetivos, sin que eso suponga dejar de observar maniobras o prácticas de tinte iliberal, como el nombramiento de Delgado, entre otras muchas.

JMF: ¿No piensas que Podemos quiere hacer de España una Venezuela chavista en Europa?

MAM: Por querer, que no quede… Es obvio que Podemos trae a Europa un populismo latinoamericano y que sus aspiraciones últimas no tienen mucho que ver con la democracia liberal; se inclinan más bien hacia la democracia plebiscitaria o aclamativa, bien poco democrática a mi juicio. Es un objetivo imposible: Europa no tiene sociedades cuya estructura permita esa degeneración.

JMF: ¿Ni siquiera con una crisis salvaje que empobrezca sobremanera a España?

MAM: Ni siquiera; no lo creo.

JMF: Cómo ves a Ciudadanos en la política actual, ¿perdido o resituado?

MAM: Tratando afanosamente de resituarse tras dilapidar su capital político en Cataluña y sufrir uno de los cataclismos electorales más extraños de la historia reciente. Hay que entender que ahora mismo C’s está en una situación límite, luchando por su supervivencia mientras mantiene una forma de vida zombie en las autonomías donde co-gobierna. Dicho esto, el fracaso de C’s no retrata a C’s, sino al electorado español: un partido contrario al nacionalismo, empeñado en la racionalización de las políticas públicas y en la modernización tomada en serio, que es como empezó, no puede aspirar a mucho. Y menos, claro, a reemplazar al PP. Si Cs aguanta y conservamos un partido viable de centro liberal, será buena cosa para la política española. Veremos.

JMF: ¿Partido bisagra, modulando al que ha ganado pero no con la mayoría para gobernar solo?

MAM: Parece difícil que haya otra mayoría absoluta en España; bisagra en el mejor de los casos.

JMF: Zapatero consiguió una absoluta para Rajoy, ¿no hará Sánchez lo mismo con Casado?

MAM: Mientras Vox siga ahí, no.

JMF: Da la impresión que seguirá, ¿bajando o subiendo?

MAM: Bajando. Pero cuánto, no se sabe. Bajando, porque habrá votantes de derecha que terminen por comprender que es un voto penalizado por el sistema electoral.

JMF: ¿Te suena el caso ‘Dina’?

MAM: Algo he leído, claro.

JMF: ¿Será la tumba política de Iglesias?

MAM: Quién sabe. El recorrido penal, una vez que la propia perjudicada cambia su versión, parece escaso. Otra cosa es el daño político. Iglesias dirá que hay una conspiración, la ultraderecha, etc. No saldrá del gobierno; los votantes decidirán. Es previsible que su partido siga cayendo. La cuestión es si seguirá siendo necesario para formar gobierno.

JMF: ¿No será que la ayuda europea para salir de la crisis le empuje a abandonarlo?

MAM: Desde luego, quedará fuera de juego. Pero no le conviene irse y adaptará su discurso de alguna manera para seguir donde está.

JMF: Agarrado al poder a cualquier precio, pura coherencia…

MAM: Así es el poder cuando se lo ejerce de manera descarnada: la coherencia es una anécdota.

JMF: Me quedaré sin poder entonces… Mil gracias Manuel, un abrazo y hasta pronto que habrá tema seguro.

MAM: Gracias a ti. Un abrazo y feliz día.


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