Miguel Ángel Blanco


Para los que vivimos aquellos días, será difícil olvidar la más que amarga sensación de aquella miserable cuenta atrás. Si ya había sido insoportable, para muchos, el secuestro de José Antonio Ortega Lara, matar la alegría de su liberación, después de 532 días de inhumano secuestro, con esta nueva salvajada la banda asesina ETA colmaba el vaso y este se derramó.

El día 10 de julio de 1997, tres asesinos miserables de ETA, a las 15,30 de la tarde secuestran en Eibar, dónde trabajaba, al joven concejal del PP Miguel Ángel Blanco y con él nos secuestran a todos. La amenaza es asesinarlo en 48 horas, si el Gobierno no trasladaba a cárceles vascas a los presos etarras.

Fueros días de concentraciones en casi todos los municipios de España, sobre la 13 horas, en las distintas plazas de los ayuntamientos, dónde con más o menos concurrencia, se notaba un sentimiento de dolor, impotencia, rabia y, la verdad, bien poca esperanza. Era un asesinato en cámara lenta, que a medida que pasaban las horas hasta la llegada del sábado, iba pinchando el corazón hasta hacer perder el miedo a la sanguinaria banda. Cuando a las 16,40 del día doce, se sabe que han descerrajado dos balas en la encabeza de Miguel Angel y sigue vivo, se mezclan rabia y esperanza que bien poco dura. El alcalde de Ermua, Totorika, anuncia a las 16,50 de este mismo día, la muerte de Miguel Angel, que realmente no se producirá hasta casi 12 horas después. A partir de esta hora, estalla la rabia y la indignación, y en muchas localidades vascas, el miedo habitual a ETA, y a sus compinches, se aparca de tal manera que la policía vasca debe proteger sedes de HB. Tanto es así, que el PNV, en uno de los comportamientos más miserables de su historia, decide poco después socorrer al mundo etarra con el vil ‘Pacto de Estella’.

No entiendo nada. El asesinato de Miguel Ángel supuso sin duda un antes y un después. ¿ETA empezó a perder o simplemente empezó a cambiar de táctica? ¿Alguien me lo explica?


Un comentario en «Miguel Ángel Blanco»

  1. Miguel Angel Blanco siempre en nuestro recuerdo : D.E.P. Y basta con lo que dice éste artículo del comportamiento miserable, cobarde e impío de ETA.

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