Miriam Tey (@miriamtey) fundadora de @clacultura: ‘El nacionalismo es una Fe y como tal solo consideran el todo o nada’


Conversación tranquila de @jmfrancas Miriam Tey: (@miriamtey), editora, fundadora del centro cultural CLAC (@clacultura), www.lawebdeclac.com.

Tuitter: @jmfrancas Web: http://sinpostureo.com You tube: https://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber

JMF: ¿Qué es CLAC?

Miriam Tey: Un centro cultural creado hace 4 años para visibilizar la cultura que se da en Cataluña no sometida a la doctrina del nacionalismo, cuyos fundadores fueron Francesc de Carreras, Félix Ovejero, Ignacio Vidal-Folch, Manuel Cruz y yo, después le pedimos a Teresa Freixes que lo presidiera y a Andreu Jaume que lo dirigiera.

JMF: ¿Queda cultura ‘no sometida’?

Miriam Tey: ¡Por supuesto! Si algo es la cultura es posibilidad y espacio de reflexión en contra de lo establecido, es la capacidad de aportar más perspectivas sobre la realidad que la que nos es dada o impuesta. Y a ese pensamiento libre es imposible ponerle fronteras.

JMF: Pero los gobiernos hace años que se las ponen subvencionando a las que las aceptan.

Miriam Tey: Es verdad, siempre he considerado la subvención como un arma de dos filos, por un lado se trata de apoyar aquello que el mercado no sostendría, por tanto parece que se trataría de hacer alta cultura y por otro el poder tiene sus razones y de alguna forma al financiar influye. Al margen de que habría que mirar con distancia lo que es alta cultura, porque la historia nos ha dado muchas lecciones y sorpresas sobre eso, elevando el gusto popular pues es el que ha consagrado a los clásicos casi siempre.

JMF: ¿Qué más hay en Cataluña que se resista al ‘tinglado’ nacionalista?

Miriam Tey: Cantidad de asociaciones cívicas, empezando por SCC, pero hay muchas que luchan por los derechos de una educación libre, o de una historia veraz, o de una empresa sin peajes, o por un bilingüismo oficial y real, o por un espacio limpio de cuerpos tóxicos materiales o ideológicos, o por una información objetiva… Hay cantidad de personas en Cataluña que nos son nacionalistas que han salido a la calle para defender nuestra constitución y que ponen a diario su granito de arena.

JMF: Frente a estas asociaciones está el poder político de la Generalitat y dos monstruos bien ‘regados’ que son Òmnium y ANC, contienda muy desigual ¿no te parece?

Miriam Tey: Efectivamente, de hecho con el Clac nos hemos visto en situaciones imposibles para poder realizar nuestras actividades y locales del ayuntamiento que nos han cerrado las puertas sistemáticamente, nos han llegado a devolver el dinero del alquiler de una sala cuando han sabido quiénes éramos o han represaliado con multas absurdas a aquellos que nos han acogido. Y lo peor es que el poder hegemónico ha llegado a qué empresas privadas, como alguna fundación o algún hotel nos haya cerrado sus puertas negándose a que realizásemos actos culturales en ocasiones internacionales y con representación de todas las ideologías, excepto la nacionalista claro. Por suerte hay otras empresas, y hoteles concretamente, que ayudan, asumiendo un gran riesgo, para que la oferta cultural en Cataluña siga siendo abierta, cosmopolita y libre.

JMF: Mucha ‘anomalía’ en el ‘oasis’. Otra que me choca mucho es que en la sociedad civil ‘no colonizada’ hay mucha gente con sensibilidad de izquierdas mientras los partidos de izquierdas contemporizan mucho con el nacionalismo. ¿Cómo entenderlo?

Miriam Tey: Es una lucha de David contra Goliath que tristemente algunos medios de comunicación por interés o desinformación han invertido entendiendo que la Generalitat es David. Una perversión más de  los tiempos que estamos viviendo.

JMF: Anomalía son las izquierdas catalanas…

Miriam Tey: Esa es una gran pregunta! De hecho en el Clac tenemos pendiente un ciclo para reflexionar sobre el papel de la izquierda en la actualidad a la que le está comiendo el terreno el populismo. Vivimos en una sociedad en la que las derechas han asumido los grandes postulados de la izquierda y ésta se ha quedado debilitada frente a sus propias reivindicaciones. Pero eso es solo un apunte simplista del gran problema que aqueja a occidente: la amenaza del populismo y el nacionalismo que la izquierda, que es quien debería tener la autoridad moral para hacerlo, no ha sabido afrontar.

JMF: No será que se cargó su autoridad moral con muchas actuaciones nada morales…

Miriam Tey: Por por otro lado lamentablemente la izquierda ha contemporizado con el nacionalismo, pero la derecha para acceder al poder lo ha hecho igualmente. En realidad en política, como en casi todo, hay dos planos el ideológico y el real que es en el que es imposible que no se vulneren los principios porque no hay nadie que no sea vulnerable a la necesidad o a la tentación. Creo que lo importante no es que se eviten por completo las malas actuaciones de los individuos sino que hayan principios rectores a los que volver.

JMF: Los partidos nacionales se han arrastrado frente al nacionalismo ambos de igual manera.

Miriam Tey: Ambos han pecado de ignorancia e ingenuidad creyendo que con el nacionalismo se puede pactar. El nacionalismo es una Fe y como tal solo consideran el todo o nada. Y pensaron que aliarse con ellos les aseguraba su acceso o permanencia en el poder. Ahora estamos viendo que cara nos ha salido a todos esta alianza.

JMF: Yo añadiría y en primer lugar el interés y sobre todo las ganas de machacar al oponente…

Miriam Tey: El nacionalismo puede existir sólo si dejamos de existir los demás, no está basado en la convivencia de ciudadanos libres iguales ante la ley y con toda su diversidad. Sino en un sistema en el que el pueblo entero está sometido a una idea superior que es la nación. Por otra parte tanto la izquierda como la derecha han pecado creo yo de una débil visión de estado anteponiendo sus intereses de partido a los intereses generales. Hemos tenido en los últimos años varías ocasiones en las que se podría haber hecho un pacto entre los partidos constitucionalistas que nos habrían resituado en Europa.

JMF: ¿Está el Estado en Cataluña?

Miriam Tey: Lamentablemente la ausencia del Estado en Cataluña ha sido flagrante. Los constitucionalistas nos hemos visto desamparados los últimos años por una dejación imperdonable. No ha estado presente ni siquiera con el deber de hacer cumplir la ley. No digamos ya con la deseable presencia positiva de un relato de país perteneciente a la Unión Europea con grandes cosas que ofrecer.

JMF: Y, ¿después del 155?

Miriam Tey: El 155 nos probó que por fortuna  vivimos en un estado de derecho, pero lamentablemente su aplicación fue insuficiente, al margen de que el 155 a mi entender es como medida insuficiente en sí misma.

JMF: Pero después, ¿el Estado sigue ausente? ¿Vamos a mejor o a peor?

Miriam Tey: Para contestar esta pregunta debería poseer una bola de cristal y no la tengo… pero la historia ha respondido siempre a un movimiento pendular y los que hoy han crecido sometidos a la doctrina nacionalista llegará un día en que despertarán, se rebelarán. La Unión Europea es un factor que me parece decisivo. Hoy en día el concepto de nación ya no puede estar vinculado a Estado. Las fronteras por fortuna ya no tienen las mismas funciones que en el sXIX. En conclusión, mi natural optimismo me dice que vamos a mejor, lo que no puedo aventurar es cuánto tendremos que perder antes…

JMF: La UE… otra en plena crisis. Mucha estructura y muy poca democracia…

Miriam Tey: Sí todos, o prácticamente todos los países de la UE a están amenazados por el mismo problema por eso es tan importante que los que creemos en la democracia, en las instituciones, en el estado de derecho trabajemos para conservarlo. De hecho estamos trabajando para constituir una asociación civil europea. De hecho ya están surgiendo en varios países agrupaciones con este objetivo y además intelectuales de toda Europa ya han hecho un llamamiento al peligro con el que nos enfrentamos en un manifiesto proeuropa, liderado por Bernard Henri Lévy.

JMF: ¿Cuál es el peligro?

Miriam Tey: El populismo y el nacionalismo. Pensar que los problemas a los que nos enfrentamos se pueden abordar atendiendo solo al sentir del pueblo, desintegrando las instituciones, saltándose las leyes…, todo esto es un camino que solo nos puede llevar a la tiranía.

JMF: Sin duda, pero habrá que analizar en qué fallan los que no postulan eso. Quizás las personas no sean solo votantes de cada cuatro años. Nacionalismo y populismo se basan en algo mal hecho,  ¿no?

Miriam Tey: Si claro, la democracia no es perfecta, pero es lo mejor que tenemos. Trabajar por mejorar pasa por ser críticos, pero a la vez constructivos. Es claro que internet, y las redes han cambiado la comunicación y sobre todo la jerarquía de la comunicación. Por un lado se ha popularizado, lo cual es bueno y nos hace a todos partícipes y responsables dándonos mayor participación en la vida política, pero por otro grandes empresas tienen la capacidad de controlar a un mayor número de personas de manera rápida y cada vez más precisa, así que esa mayor participación es en alguna medida un espejismo. En cualquier caso nuestro sistema, nuestras instituciones, nuestra democracia, nuestra sociedad en definitiva es susceptible de mejorar, pero antes de destruir algo debemos tener muy claro con qué vamos a sustituirlo.

JMF: Hasta ahora el control era de la clase política ahora las redes compiten con ella, benditas sean, ¿no?

Miriam Tey: Bueno es lo que apuntaba en la anterior respuesta. Por un lado la información se populariza y nos da la posibilidad de participar con mucha rapidez y de interactuar a muchísimos niveles, lo que nos hace compartir y avanzar no solo en política también cultural o científicamente. Es una gran herramienta. Pero por otro lado es también una herramienta poderosísima en manos de grandes agencias de información y comunicación. Y para ejemplo basta saber cómo funcionaron las redes en las elecciones de Obama o de Trump. Al final el poder político ha tenido siempre, en mayor o menor medida, al poder económico ejerciendo control sobre él y eso no ha cambiado.

JMF: Habrá que cambiarlo…

Miriam Tey: Bueno el poder económico es fruto de una economía liberal y como en el caso de la democracia, es hoy por hoy el menos malo de los sistemas, el que más riqueza ha aportado a la sociedad y es en las sociedades capitalistas donde mejor se vive. Lo que hay que luchar por cambiar es que siga habiendo pobreza, luchar porque los poderes políticos y económicos estén sometidos a controles y ahí  la ciudadanía tiene cada día mayor papel.

JMF: La sociedad civil defendiéndose, me gusta eso. Mil gracias Miriam y mucho ánimo, este Goliat es muy grande y malo.

Miriam Tey: Millones de gracias a ti!!! Ha sido un placer!!!


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