Recorrido diario: martes 16 de marzo. Hoy se vota el IVA.


No entiendo nada. La Formación del Espíritu Nacional del franquismo ha resucitado con violencia ideológica en el zapaterismo. Lo que intentaron vendernos como asignatura de “talantelogía” esta deviniendo, muchos ya se lo temían, en adoctrinamiento anticatólico y en defensa del castro-chavismo. Basta ver algunos de los textos. LA GACETA presentaba uno bochornoso y Libertad Digital como Periodista digital se hicieron eco de la exclusiva. Los catalanes intentan olvidarse de la pesadilla, la del temporal y el apagón, no la del tripartito de la que pronto decidirán en las urnas. En Gerona quieren olvidarse pero no quieren que el Gobierno ni las eléctricas se olviden, quieren que cumplan su responsabilidad. Curiosamente el ministro que alertó Maragall de la que se le venía a Cataluña miró para otro lado y hoy preside la Generalitat. Otra tormenta, la subida del IVA que nos va a afectar a todos. PP y CiU van a ser insuficientes para parar el desaguisado, al menos esta vez el PP no esta solo, gana adeptos. En deporte Messi reina, Higuaín destaca, a CR9 le fríen a patadas, Tití vuelve a aparecer como necesario y la nueva F-1, si no cambia, puede ser somnífera.

Les recomiendo para meditar:

La Vanguardia: Miquel Roca. «A pesar de todo»: Para pactar hay que querer pactar. Y quien tiene que quererlo más es el que tiene el gobierno, porque la situación que provoca la necesidad de pactar tiene su origen en la política que se ha practicado hasta la fecha. A todos alcanza la responsabilidad de hacer posible un pacto que afronte con realismo y rigor la profundidad de la crisis, pero el Gobierno debe comprender que el pacto comporta rectificar y revisar decisiones anteriores. Pactar, ahora, es cambiar. Si esto no se entiende así, no habrá pacto. Pero también corresponde a la oposición moderar el alcance del cambio; no se trata de imponer lo que sólo las elecciones deberán legitimar, sino de operar en el terreno de las mayores urgencias, de aquello que difícilmente nadie debería negarse a aceptar. (…)No se conoce de ningún líder que no haya resuelto con coraje una situación complicada. Los líderes que operan con coraje suelen superar los momentos difíciles con el aplauso de los mismos que criticaron sus medidas y que llegaron a manifestarse y pedir la dimisión del líder. (…)Quizás la impopularidad sólo la vean así los que deben adoptar las medidas que son necesarias. Seguramente, falta voluntad. Hay mucho miedo; y, así, se encuentra más comodidad en la acusación del fracaso que en la propuesta imbatible. Aquella que quien no la acepte, queda en evidencia. Y, de esta naturaleza, hay muchas o, como mínimo, varias. Y en este terreno no hay razón para no avanzar. Menos miedo, más coraje; empieza a ser más temerario no acordar nada que arriesgar en los acuerdos.

El País. Miguel Ángel Aguilar. «Sin disciplina orquestal»  Viajeros llegados de La Moncloa cuentan de las desavenencias afloradas en esta segunda legislatura, de los litigios surgidos en torno a las aguas jurisdiccionales propias de cada miembro del Gobierno, de las competencias e incompetencias que les incumben o les desbordan. A distancia, desde fuera, se cobra a veces la impresión de que hubiera sonado la voz de rompan filas y abandonada la formación hubiera cundido la decisión de andar por libre y ponerse a salvo conforme a intereses estrictamente personales. La crisis reclama medidas y las respuestas generadas en distintos departamentos se lanzan y se retiran una y otra vez para desconcierto del personal de a pie y de los observadores internacionales, que luego califican la solvencia de nuestra deuda. Se diría que este modelo ha sido adoptado miméticamente en Génova, la sede nacional del Partido Popular. Porque después de tantas afirmaciones de incompatibilidad con la corrupción, estalla el caso Gürtel y nadie reacciona. El tesorero nacional del partido Luis Bárcenas hace una fortuna inexplicable de la que sigue sin rendir cuentas. Queda en suspenso provisionalmente pero conserva despacho y accesorios en la central. En Valencia, después de la inundación informativa de graves irregularidades sólo ha sido relevado Ricardo Costa que, enseguida, ha encontrado nuevo acomodo en el grupo parlamentario de Las Corts.

ABC. Xavier Pericay. «La mujer del César»: Es lo que ha hecho, a la vista está, el matrimonio Montilla-Hernández. Con la particularidad de que tanto un miembro como otro de la pareja son arte y parte. Su partido es el principal culpable de la destrucción de la enseñanza en España y, en lo tocante a Cataluña, el principal impulsor de una ley de educación que convierte el catalán en el único idioma de la escuela. Además, el propio cabeza de familia, en tanto que presidente de la Generalitat, ha acaudillado cuantas políticas educativas y lingüísticas se han implantado en los tres últimos años en la Comunidad catalana. Y, sin embargo, ese matrimonio, en vez de ser consecuente con las ideas que lo han llevado a ocupar la posición social que ocupa -lo que supondría querer para los suyos lo que se quiere para los demás-, reniega de estas ideas y corre a refugiarse, huyendo del sistema público y concertado, en el Colegio Alemán. Pero lo más grave, con todo, no es eso. Lo más grave es que Anna Hernández, la mujer del César, no considere cuando menos necesario guardar las formas. Ni ella ni su marido. Ni tampoco los fontaneros del palacio presidencial, cuya máxima virtud ha sido siempre el disimulo de la realidad mediante los velos más dispares. Será que los asuntos públicos, en Cataluña, han alcanzado ya tal nivel de deterioro, de decrepitud, que ni siquiera la verdad ofende.


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