Inmigración. ¿Caridad o filantropía?

Merkel

Hace pocos días el ejecutivo de Angela Merkel, que no olvidemos gobierna con los socialdemócratas, se desmarcó con la propuesta de expulsar de Alemania a los parados de más de tres meses de duración aunque sean comunitarios. Este discurso, sumado a actuaciones francesas de expulsión de algunos emigrantes, indica que Europa aún en crisis económica se plantea mantener parte del Estado del bienestar pero solo para los suyos y, como mucho, para los que coticen en cada país, y si no al tiempo. Los teóricos valores de esta Europa últimamente tan altruista sustentados en un teórico humanismo filosófico se tambalean cuando el problema de la miseria ajena se traspasa a la pobreza de sus propios votantes. No es caridad sino filantropía, y ésta cede siempre ante el propio egoísmo.

Al cierre de 2013 hay cerca de 59.241 españoles trabajando en Alemania, conciudadanos nuestros que hoy por hoy no peligran si siguen trabajando; y a final de este último febrero había unos 6.592 que peligrarían enormemente puesto que estaban en paro.

No entiendo nada. ¿Es económicamente viable el Estado del bienestar como hemos tenido en Europa antes de la crisis? ¿Es aceptable que la nacionalidad en un Estado sea la que nos regala los derechos y el no tenerla nos los impide? El famoso ejemplo de no dar peces sino enseñar a pescar, ¿es predicable del nuevo Estado del ‘bienser’ en Europa donde a todo sus ciudadanos se le den los medios para volar y ahí se acabe la ayuda? ¿Sería humano solo conceder derechos a los que obtengan la nacionalidad y a los demás, si no la consiguen, nada o casi nada? ¿Alguien me lo explica?