UGT: Menudo morro

c9b39a020c6769bcfe45734539ea3edc

 

Poco puedo añadir a las tropelías que, en nombre de la UGT, demasiados han hecho en Andalucía, Madrid y, que sepamos, en Catalunya. Cada día nos desayunamos con más desmanes y parece que esto no ha hecho nada más que empezar. Menos comedores sociales y ayudar a los parados, cualquier cosa es creíble. ¿Qué pasa? Lo de siempre: filtran los damnificados. La UGT ha hecho ERE’s, aprovechando en muchos casos la reforma laboral del PP que tanto critican, y los erezados, calladitos hasta ahora, empiezan a largar muchos de ellos porque no aceptan sin más no estar en el machito.

Cándido sufre, ¿y a mi qué? Más sufro yo que como el resto de españolitos lo he pagado y no he pillado ni una gamba. ¡Que sufra menos y limpie más! Lo tiene fácil: cesa a las territoriales, presenta -junto a su ejecutiva- la dimisión y nombra una gestora que pilote un Congreso extraordinario que, entre otras cosas, renuncie a toda subvención pública y viva de las cuotas de sus afiliados. Ya sé que le pondrán a caer de un burro, pero pasará a la historia no como el que más marisco comió sino como el hombre que regeneró el mundo sindical.

P.D. De momento ha dimitido ya el secretario general de UGT-Andalucía, Francisco Fernández, pero quedan más y con dimitir no basta, queremos nuestro dinero.

Sindicato 5 estrellas

9a0f19e20302ad2a5b0ae76736e8a7a8El hecho es que el secretario general de la UGT de Andalucía, habita un sencillito adosado -costó 228.384 euros el año 2.000- propiedad de la UGT que, por si fuera poco, corre con todos sus gastos, reformas incluidas. Manuel Pastrana, así se llama el agraciado sindicalista, vive gratis total del sindicato.  Bueno para ser justos, gratis no del todo ya que según él mismo ha declarado “el único gasto extraordinario que tengo es el tabaco y me lo pago yo”. A la casa, sus gastos y reformas hay que añadir un coche y una visa oro, todos ellos suponemos gastos ordinarios que sufraga UGT, que a su vez pagamos entre todos los españolitos subvencionando, obligada pero copiosamente, a su sindicato.

El insigne líder obrero ya fue noticia porque el día 30 de noviembre del año pasado, mientras la UGT-Andalucía, su feudo, presentaba un ERE a 159 de sus trabajadores, tuvo el morro de gastarse a cuenta de la visa oro del sindicato 852,35 euros en una cena para veintcuatro personas  –mariscos y pescadito– en un restaurante de Durban, Sudáfrica, donde se hallaba asistiendo a un Congreso alojado en el humilde Hilton Hotel -cinco estrellas-. El recatado personaje, suponemos que a raíz de estas informaciones, ha declarado pesaroso que no se presentará a la reelección, novedosa manera de dimitir.

Lo peor del caso es que llueve sobre mojado: los ERE de Andalucía, otras mariscadas, los cientos de liberados, más gastos vergonzosamente injustificables y, sobre todo, la incapacidad de nuestros sindicatos de clase para defender el empleo y atender a los parados, hacen que la sociedad no quiera seguir subvencionándoles. Si son necesarios, que lo son, serán los propios trabajadores con sus cuotas los que sufragarán sus gastos y, si con las cuotas no llegan, les ocurrirá lo que a toda organización: o adaptarse o morir.