Miquel Escudero: ‘Lo multicultural es enquistar la diversidad en guetos, lo intercultural es promover la interconexión en todos los individuos’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Miquel Escudero: Profesor de Matemática Aplicada de la UPC y escritor.

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JMF: Acabas de publicar un nuevo libro y no de matemáticas…

Miquel Escudero: Sí, “Por nuestras calles”, pero también otro, han ido muy seguidos, “Sostiene Mengano”.

JMF: Y, ¿qué les pasa a ‘nuestras calles’?

Miquel Escudero: Que hay que reivindicarlas de todos. Tendría que darse por descontado. Pero hoy es así en ciertos sitios.

JMF: ¿No son del que quiere?

Miquel Escudero: Así es. La tierra para el que la trabaja. La calle para el que la pisa. Todos cabemos. Eso es civismo. Ahora algunos gritan y aúllan: las calles siempre serán nuestras. ¿Quiénes somos nosotros? Todos. Ciudadanos libres e iguales. No se puede consentir este sectarismo atroz e insultante.

JMF: ¿Qué sectarismo?

Miquel Escudero: El de quienes ejercen la tiranía de los señores de la tierra. Los populistas de diferente color.

JMF: Pero la calle solo la trabaja, al menos en Cataluña, hasta hace muy poco el independentismo.

Miquel Escudero: El problema no es manifestarse libremente, sino impedir a los demás hacerlo. O acosarlos. Desde las instituciones se ocupan espacios públicos con banderas y mensajes partidistas.

JMF: Hasta hace muy poco, lo que llamas los demás, no estaban…

Miquel Escudero: Hasta octubre de 2017.

JMF: Y el Estado aún sigue sin ocuparla…

Miquel Escudero: Exactamente. Comenzando por la Generalitat que es Estado. Que llevan la iniciativa en esa línea inaceptable pero consentida desde hace años.

JMF: Eso será en la teoria… ¿Alguien en Cataluña piensa que la Generalitat es el Estado?

Miquel Escudero: Claro que no. Por esto persiguen un Estado ‘propio’, exclusivo.

JMF: ¿Cómo se resuelve esta anomalía? Cataluña es España…

Miquel Escudero: Como has dicho, hay que ir más allá de la teoría. Hay que reivindicar día a día los derechos ciudadanos. Con alegría y argumentos. Con solidez de carácter y con voluntad de integrar a los diferentes. Interculturalidad y no multiculturalidad. No se pueden imponer identidades específicas so pena de ejercer presión y abuso. No hay una ni dos ni tres formas distintas de ser catalán, español, europeo… persona. Cada ser es un mundo particular y esto se ha de respetar. Por esto es una gran conquista el Estado de Derecho, democrático y social. No es una fórmula hueca o vacía, sino llena de promesas y de sentido. Esto es lo que hay que reivindicar y vivir y saberlo transmitir.

JMF: ¿Qué supone la ‘interculturalidad’ en este contexto?

Miquel Escudero: Que todos recibimos mil y una influencias de todo tipo y no deben pasar la censura de una clase ‘superior’ y despótica que pretende la exclusividad de lo correcto y exigible. No se puede exigir a nadie sentirse de una forma u otra. Se ha de imponer el respeto personal, siempre con juego limpio. No le puedes decir a un niño que él sólo es catalán. Porque por encima de todo es un ser humano y se debe respetar su proceso de personalización, libre y respetuoso. En España tenemos ciudadanos de otros países. Tienen derecho no sólo a la ciudadanía, sino a sentirse y ser considerados españoles y esto enriquece a las personas y a los países. Simpatía, empatía. Desterrar los complejos, superarlos con afán de superarse. Ser persona es poder ser más.

JMF: Y, estos ciudadanos llegados de fuera ¿tienen derecho a imponer sus costumbres a su país de acogida?

Miquel Escudero: Claro que no.

JMF: Pues lo hacen… e incluso se les aplaude…

Miquel Escudero: Lo multicultural es enquistar la diversidad en guetos, lo intercultural es promover la interconexión en todos los individuos. Esa libertad es la que algunos grupos niegan e impiden en los suyos, que consideran de su propiedad a menudo, sin resistencia. Eso es opresión. Y esa actitud no es respetable y no debe ser consentida, se sea de donde se sea. Piense en la ablación, por ejemplo.

JMF: ¿Qué hace un matemático escribiendo un libro como este?

Miquel Escudero: Divertirme, en primer lugar. Luego desarrollándome en las páginas e intentando influir del mejor modo que sé.

JMF: Influir…

Miquel Escudero: Sí. Eso no es negativo. Porque hay un planteamiento limpio, por discutible que pueda ser. Hay una voluntad efectiva de NO hacer trampas, de camelar o manipular. Nunca se ha de renunciar a influir, ni por modestia. Todo, ciertamente, va en pequeñas dosis y bien lo sabemos los profesores.

JMF: Y, con ‘Sostiene Mengano’, ¿qué has pretendido?

Miquel Escudero: Lo que digo en el prólogo. Un profesor habla fuera de clase. Digo cosas que no puedo ni debo decir en clase y me oriento en la función de proponer ejercitar en el lector el gusto y el afán de leer bien, escuchar con buena voluntad, saber ejercitar adecuadamente los sentidos, saber usar la razón y potenciar nuestra persona y dignidad.

JMF: Pero es más bien pensamiento, filosofía…

Miquel Escudero: Sí, pensamiento sin complejos y sin alharacas. Pero espero que nada aburrido. Creo que al contrario. Son dos libros diferentes pero con un mismo autor… y un denominador común: influir y compartir. La dedicatoria del ‘Sostiene Mengano’ es ‘A quien corresponda’, a quien quiera atender… el libro será suyo, lo rehará, lo discutirá y así hacemos vida intelectual sin pretensiones. Sólo la propia de un ser humano que se sabe único e importante, pero no más que tú; esto es, con quien hablo y comparto.

JMF: ¿Nuestros estudiantes necesitan más mates y más filosofía?

Miquel Escudero: Todo lo que ayude a razonar mejor, alejarse de la apatía del ignorante y de la necedad del pedante. Se trata de trabajar por una vida personal y no la hay si no la compartimos y extendemos alrededor. Es una búsqueda de un gramo de felicidad para mí y para quien se comunique conmigo, aunque pase a mi lado. Una sonrisa, por ejemplo.

JMF: ¿El totalitarismo, nacionalista o no, se cura con ‘pensamiento’?

Miquel Escudero: Primero hay que saber dudar. Este hecho desactiva el fanatismo. Pero todo está impregnado de emociones y falta voluntad para poner en marcha ese proceso liberador. No tener miedo a la duda metódica sino confianza y esperanza. Si introducimos ese deseo de rigor y lo ponemos en práctica, hay mucho ganado para la causa de las personas y esta no es otra que el respeto a la realidad y el afán de enriquecer a todas las criaturas que nos rodean. ¿Qué es enriquecer?Pues hacerlo animoso, sabiéndose querido y digno de superarse. Compartir más que competir. No es un tópico. Tiene un sentido profundo y auténtico. No es una impostura. Es una razón de vivir y para levantarse cada día con ganas de hacer lo que hay que hacer, te sea o no reconocido por… quien desearías.

JMF: Gracias Miquel, me has llevado a Descartes y a muchos más y eso nos llevaría muy lejos, habrá que repetir pronto si te dejas. Un abrazo y hasta pronto.

Miquel Escudero: Gracias a ti, Josep Maria. Hasta cuando quieras. Un abrazo.


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