Con un par

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Se veía venir y solo era cuestión de tiempo. Partiendo del hecho, casi milagroso por lo infrecuente, de que una juez, con un par, se atreva con la casta política en el paraíso del clientelismo socialista, no cabía otra salida. Nadie en su sano juicio podía tragarse, sin al menos imputar para investigar judicialmente a los gerifaltes de la Junta andaluza, que cargos de medio pelo podían urdir y ejecutar un pufo que puede pasar de los mil millones de euros. Y, así ha sido.

La juez que se resistía como gato panza arriba en imputar a cualquier aforado, por el hecho cierto de que esto significaba que perdía el caso, ha llegado un momento en el que o porque la causa ya está minuciosamente instruida, o porque se le va de las manos, ante el hecho de que Griñan ya no es Presidente de Andalucía y aún no ha sido nombrado Senador, ha tomado la decisión de dictar un último auto para despedirse del caso que ya se ha llevado por delante a un presidente autonómico y puede laminar al PSOE en Andalucía. ¿Deber cumplido?