Álvaro Choi: ‘Cataluña es un motor de España pero gripado’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Álvaro Choi, @alvaro_choi. Profesor de Economía en la UB y miembro de “Universitaris per la Convivència”.

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JMF: ¿Cómo ves la situación economica española? ¿Vamos al abismo?

ACh: Bueno, la situación económica española está enmarcada en la internacional. Son tiempos complicados. En nuestro caso se añade el hecho de que aun arrastrábamos los efectos muy duros de la crisis anterior. Y tenemos un sector público que tuvo que afrontar la crisis actual con un margen de maniobra más limitado. Afortunadamente, las instituciones europeas han reaccionado de forma muy distinta. Eso nos da un respiro. Pero tenemos retos importantes por delante.

JMF: El gobierno presenta unos presupuestos que a la luz de parte de la oposición y varios organismos independientes se basan en cifras del todo obsoletas y super optimistas, ¿cómo lo ves?

ACh: Este debate suele darse cada mes de octubre/ noviembre. Por un lado, un gobierno nunca puede dar unas cifras pesimistas de crecimiento, sería irresponsable por su parte (los mercados son muy sensibles a estas informaciones). Por otro lado, sí es cierto que diversas instituciones internacionales hablan de desviaciones importantes (no de un par de décimas del PIB) en las previsiones de crecimiento para el año que viene, y eso pone en cuestión la credibilidad del proyecto presentado. De hecho, creo recordar que el propio Banco de España ha revisado a la baja las previsiones de crecimiento.

JMF: ¿Y no enmendarlos por parte del gobierno es normal?

ACh: Resultaría muy complejo. A nivel político, por el desgaste evidente. A nivel técnico, porque el presupuesto se elabora a lo largo de meses y, modificar el cuadro macroeconómico (las previsiones de crecimiento, evolución de tipos, etc.) implica cambios importantes en el documento. En cualquier caso, a nivel interno, todos los actores conocen sobradamente lo que sucede y todos interpretan su papel. Entre el presupuesto aprobado de 2022 y el finalmente liquidado, probablemente habrá reajustes relevantes.

JMF: Y económicamente, ¿Cataluña sigue como antes yendo mejor?

ACh: Bueno, si una economía como la española depende del contexto internacional, la economía catalana depende aún más de su entorno. Cataluña afronta retos comunes y alguno propio. Entre los propios, diría que destacan la mayor dependencia del sector industrial, que afronta un proceso de reestructuración muy importante -como consecuencia de la Revolución Industrial 4.0- y la recuperación de la confianza por parte de los inversores, tras años de inestabilidad.

JMF: ¿Siguen yéndose empresas o están volviendo?

ACh: El proceso fuerte de huida de empresas como consecuencia del Procés se produjo años atrás. Esa sangría se frenó. La cuestión es que ahora, más que irse empresas, las que llegan ex novo, escogen ciudades como Madrid o Málaga.

JMF: Y sigue siendo Cataluña el motor de España?

ACh: Sigue siendo uno de ellos, con gran potencial, pero gripado.

JMF: ¿Gripado por?

ACh: Cataluña está más expuesta a la caída de la demanda post-covid, la crisis industrial y la caída del turismo internacional y bueno, desde luego, carecer de liderazgo desde hace diez años, no ayuda. El dinero busca seguridad.

JMF: ¿Cataluña no es segura?

ACh: El inversor no quiere sorpresas. Quiere reducir la incertidumbre. Necesita saber con quién debe hablar si quiere invertir aquí. Saber que esa institución va a seguir siendo la misma durante un tiempo. Que no le van a pegar plantones si su presidente visita Cataluña. Que no van a bloquear sus vías de conexión. En fin, busca que se le haga la vida fácil. Más que nada, porque tiene sobre la mesa muchas opciones alternativas entre la que escoger. Es cierto que Cataluña tiene unas ventajas a nivel geográfico, de infraestructuras, de capital humano e incluso climáticas que la siguen haciendo atractiva. Pero no somos el ombligo del mundo y ya hemos visto que las empresas no se han peleado por venir aquí cuando no les hemos proporcionado un ambiente… relajado, por llamarlo de alguna manera.

JMF: El ambiente para las empresas, ¿ahora cómo es?

ACh: En comparación con 2017, mejor, claro. Pero mejorable. Si queremos volver a atraer grandes proyectos y empresas, necesitamos volver a colaborar. No pueden volver a suceder episodios como los de la Agencia Europea del Medicamento. Sin lealtad institucional va a ser muy difícil resituar a Cataluña como principal motor de la economía española. Luego, naturalmente, están factores como la inflación, el coste del transporte de mercancías y energía, la posible subida de tipos en el medio largo plazo… pero eso son factores que a) son comunes a prácticamente todos los países de la zona euro y b) nuevamente, son más fáciles de afrontar de forma conjunta que de forma individual. Otro ejemplo más cercano: resulta vergonzoso que el President de la Generalitat no asistiera al reciente acto de reivindicación del llamado Corredor Mediterráneo. Si quienes más interesados deberíamos estar no asistimos: ¿cómo nos podremos quejar de falta de infraestructuras que son necesarias, precisamente, para atraer a la inversión?

JMF: Y el ambiente para los ciudadanos, ¿ahora cómo es?

ACh: Bueno, aquí solo puedo hablar como un ciudadano más, sobre mi percepción subjetiva. Y entiendo que preguntas a un nivel más político. Mi percepción es de hastío generalizado. Entre la ciudadanía favorable a la independencia de Cataluña, hay una profunda división. Por un lado, quienes se sienten engañados y desmotivados. Por otro lado, quienes siguen tensando la cuerda -a medida que se va filtrando este grupo, aunque muy ruidosos, van quedando solamente los más frikis y radicales. Estamos en un proceso que me recuerda al del final del estalinismo, en el que nadie era lo suficientemente puro y todo el mundo era un traidor. Y luego estamos los no independentistas, callando casi siempre, riéndonos a veces, y soportando de vez en cuando -en mi caso, en la universidad-, vulneraciones de derechos. En cualquier caso, el Procés, como tal, está finiquitado y sería bueno que pudiéramos abrir una nueva etapa de concordia. Aquí cabemos todos.

JMF: ¿Caben todos seguro?

ACh: Que otros piensen lo contrario no me va a hacer cambiar de parecer. Sí, por supuesto, aquí cabemos todos. Y te digo esto sabiendo que, para un movimiento profundamente clasista y etnicista como el nacionalista catalán, jamás seré uno de los suyos.

JMF: Dices que en la universidad sufres vulneración de derechos, ¿qué te ocurre?

ACh: En las universidades catalanas hace ya unos años que los rectorados vulneran sistemáticamente la neutralidad institucional. Colectivos de alumnos no independentistas han sufrido ataques físicos. Algún compañero y yo mismo hemos tenido que mediar para evitar enfrentamientos en los campus. Se han boicoteado actos académicos por ser «españoles» (un acto de homenaje a Cervantes, ya verás…), teniendo que salir escoltados los asistentes (en lugar de ser desalojados los violentos). Ahora una entidad privada que no se sabe muy bien a quién representa fiscalizará el uso de la lengua castellana en las aulas. Los rectores suscribiendo sumisos manifiestos de Omnium y ANC. En fin, podría seguir…

JMF: ¿Cómo se para esto y se vuelve a la normalidad?

ACh: Desde “Universitaris per la Convivència” luchamos precisamente por el respeto de la neutralidad institucional, imprescindible para preservar la libertad de expresión en las universidades. Sin el respeto a la neutralidad, con universidades partidistas, volvemos a la universidad franquista. Tratamos de poner nuestro grano de arena mediante comunicados, manifiestos y, también, demandas judiciales. De hecho, varias sentencias judiciales nos han concedido amparo ante las vulneraciones de derechos. Los no independentistas tendremos que movilizarnos en las próximas elecciones en los órganos de gobierno universitarios. El silencio, no hacer nada, nos cuesta muy caro. Y ojo, no empleo a propósito el término «constitucionalista», porque creo que también son constitucionalistas quienes quieren modificar la Constitución por cauces legales. A mí, personalmente, me duele el abandono de la izquierda, cuando estamos haciendo frente al nacionalismo, que es uno de los movimientos más retrógrados e incompatibles con un planteamiento progresista. Así que, volviendo a la pregunta, debemos seguir denunciando cualquier exceso o vulneración de derechos y conseguir involucrar a más profesorado, alumnado y personal de administración y servicio en la universidad y, fuera de ella, concienciar a la sociedad civil de que, lo que está en juego en la universidad es algo más que las discusiones entre cuatro académicos.

MF: ¿Qué partidos incluyes bajo el termino ‘no independentistas’?

ACh: Je. Todos aquellos que no lo llevan en su programa. Pactar el presupuesto con partidos independentistas no los convierte en tales.

JMF: ¿El problema en la universidad es institucional o solo puntual de profesores nacionalistas?

ACh: Institucional. Social. Forma parte de una estrategia. Ocupar las instituciones (Colegios varios, Cámara de Comercio, Universidades). Fíjate que, por ejemplo, las últimas campañas electorales de la UB y de la UPC, de este último año, han sido prácticamente calcadas. En todo. Y con la ANC detrás. Han conseguido hacerse democráticamente con ellas porque, como los jubilados en las generales, siempre votan y, además, en bloque. Y ojo, que no es un problema tener rectores independentistas. Sólo faltaría. El problema es que cuelguen signos partidistas en la web institucional. Que se manifiesten políticamente en nombre de la universidad (cuando carecen de legitimidad para ello). Que miren hacia otro lado cuando hay agresiones. Que tapen con la bandera vergüenzas varias. Que vulneren la neutralidad institucional.

JMF: ¿El alumnado, los jóvenes, son tan nacionalistas, sectarios, como sus mayores?

ACh: Doy clases en el grado de Ciencias Políticas, donde debería haber buena parte del alumnado más movilizado. Creo que es natural que sea así. Hay de todo, como en la sociedad. Radicales, moderados y quienes, directamente, pasan y solo quieren ir tranquilamente a clase.

JMF: Pero el fenómeno nacionalista, ¿va a mas en la juventud o va a menos?

ACh: Para tener una visión más amplia, deberíamos mirar más lo que indican las encuestas. Y parece que el aumento de ese fenómeno se ha frenado estos últimos dos años. Desde luego, en las universidades, la movilización ahora mismo es menor. El nacionalismo vive del victimismo y, desmontados buena parte de los mitos independentistas y sin presos, ahora mismo les queda el tema de la lengua…pero es un argumento muy pobre que choca, directamente, con su experiencia diaria de normal convivencia de las lenguas en las aulas.

JMF: Gracias, Álvaro, mucho ánimo esta batalla será larga y cansada. Un abrazo.

ACh: Muchas gracias a ti, Josep Maria. Permíteme cerrar la entrevista, en un día como hoy, con un recuerdo a la memoria del profesor Ernest Lluch.

JMF: Me sumo a su recuerdo. Gracias

ACh: Muchas gracias por la entrevista/conversación.


Un comentario en «Álvaro Choi: ‘Cataluña es un motor de España pero gripado’»

  1. Muy buen argumentado, racionalizado y políticamente correcto. Alvaro Choi tiene la visión más acertada que he leído acerca de la situación actual.

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