Álvaro Climent: Tendríamos que estar hablando de inversión y no de gasto’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Álvaro Climent (@AlvaroJuer) Analista Independiente.

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JMF: ¿De qué salud goza la economía española?

AC: La economía española goza de poca salud después del impacto del Covid durante el año 2020 y las decisiones tomadas en aquel momento de cerrar la economía. Es la economía que más perdió en su PIB de la UE y la que más está tardando en recuperarse. De hecho seguimos un 4% por debajo de los niveles del 4T2019, mientras otras economías europeas ya han recuperado lo perdido. La política seguida por el gobierno de coalición durante estos dos años, ha sido probablemente la peor de las aplicadas en otros países europeos. Una expansión de gasto público sin precedentes en un momento donde el déficit público que arrastrábamos ya era estructural y superior al 5%. Ello ha hecho que los niveles de endeudamiento hayan aumentado hasta un máximo histórico, por encima de los 1,4 billones de euros (120% del PIB). Tenemos la tasa de paro más alta de la OCDE (real cercana al 18%y la mayor de paro juvenil (38%). Ello nos convierte en una de las economías más vulnerables de la UE junto a Grecia, y en un momento donde la recuperación se está desacelerando rápidamente y con la inflación más alta desde julio de 1989 en el 7,4% y una inflación subyacente del 3%, la más alta desde septiembre de 2008. Todo ello junto a la reciente invasión de Rusia a Ucrania, hace que la situación sea todavía más preocupante y empiece ya hablarse de estanflación en la UE.

JMF: En época de crisis aumentar el gasto, ¿no es ser insensato?

AC: Es evidente que el único gasto que debe crecer en época de crisis es el relacionado con la sanidad, dado el impacto que ha dejado el Covid. Las erróneas decisiones de cerrar la economía han traído una cascada de gasto público en subsidios de desempleo y ERTEs, ayudas especiales como el Ingreso Mínimo Vital y otra serie de medidas que se han tenido que adoptar por aplicar una mala gestión. Todo ello hace que el gasto público haya crecido de forma desorbitada sobre PIB en estos últimos dos años. Además se ha invitado a las empresas a endeudarse con los préstamos ICOs (que hay que devolver) en vez de haber dado ayudas fiscales directas al tejido productivo y evitar la situación que tenemos en este momento. Así lo han hecho el resto de nuestros competidores europeos. Además de eso, se ha incrementado la estructura dependiente del sector público hasta niveles históricos, además de mantener el gobierno más amplio de la UE y haber incrementado el número de asesores durante esta legislatura. De hecho, la recuperación del empleo que tanto habla el gobierno viene de las contrataciones en el sector público donde aumentan mes a mes, mientras el sector privado todavía no ha recuperado ni los niveles de ocupación de 2019 ni el número de empresas de entonces. Han desaparecido en torno a unas 70.000 empresas, Todo ello pone una mayor presión al gasto público que sigue creciendo sin límite y es «pan para hoy y hambre para mañana». Por no hablar del incremento del gasto en pensiones que ya está en máximos históricos, con una deuda de la Seguridad Social de 100.000 millones de euros, aún a pesar de los préstamos y transferencias del Estado central por los gastos llamados «impropios». Tendríamos que estar hablando de inversión y no de gasto, pero este gobierno de coalición ha apostado por aumentar la deuda lo que sea necesario, para seguir aumentando su red clientelar y de voto cautivo. Además de aumentar los impuestos en 2021 y 2022 alcanzando recaudaciones máximas en plena recuperación de una pandemia. Es decir, la política contraria a la que aplican nuestros homólogos europeos. Y además con unos precios de la energía disparados que están llenando las arcas del Estado vía impuestos y todo tipo de cargas al margen del coste de producir dicha energía.

JMF: Si la política económica de Sánchez es opuesta a la de otros países de la UE, ¿Por qué la UE permite esa política que en parte paga ella?

AC: Hay que tener en cuenta que la UE, a raíz de la pandemia, ha levantado los limites de política fiscal y presupuestaria estos dos años y ha permitido a los estados miembros enfocar la crisis en función de las necesidades específicas de cada país. De ahí que no haya intervención directa de la UE sino simplemente recomendaciones. La política de inyección masiva de liquidez en los mercados desde la anterior crisis, ha sido histórica y parece que de momento y por la reciente invasión de Ucrania, se va a mantener a pesar de los avisos a principios de año de los bancos centrales de empezar a reducir los estímulos monetarios, empezar un ajuste al alza de tipos y reducir balance. Esto de momento se ha puesto en entredicho desde la invasión y los mercados ya no descuentan con tanta agresividad esas reducciones de estímulos. Los bancos centrales están ahora en una encrucijada con una inflación disparada pero con una desaceleración económica importante que se va a acrecentar con las sanciones aplicadas a Rusia, sus empresarios y sus corporaciones. Todo ello añade un escenario muy distinto al de principios de 2022 y rompe el tablero de juego de todas las previsiones realizadas, introduciendo una incertidumbre y una volatilidad en los mercados extrema. Los bancos centrales tienen que medir muy bien sus próximos avisos de medidas este mes, para no provocar una potencial recesión a nivel mundial. Los precios del petróleo se han disparado y va a impactar directamente en el potencial crecimiento de las economías, añadido el precio del gas y de la electricidad. Todo ello implica menos consumo, mayores costes e impacto directo en las compañías como ya estamos empezando a ver. A ello se une el posible incremento otra vez en los cuellos de botella en el comercio internacional, además de su incremento de precios, poniendo a muchos sectores en una posición de alta vulnerabilidad como el sector de automóviles, tecnología, industrias electrointensivas… etcétera. Todo ello unido al incremento de la mayoría de materias primas, cereales básicos que van a producir una espiral inflacionista y un impacto directo en sectores básicos de las economías. Se han juntado todas las condiciones para una tormenta perfecta.

JMF: Esa tormenta perfecta que tantos ven pero no parece que la vea nuestro gobierno, ¿qué consecuencias traerá para el ciudadano de a pie?

AC: El ciudadano de a pie de alguna manera ya la está padeciendo. Es sorprendente la complacencia de los ciudadanos españoles ante, por ejemplo, un precio de la electricidad por encima de los 200Kw/h a la que parecen haberse acostumbrado sin ninguna reacción, o la subidas del precio del gas, o de los productos básicos de la cesta de la compra habitual. En otros países. hemos visto diversas protestas populares por estos hechos además de los que se han vivido contra las restricciones impuestas arbitrariamente por los distintos estados con la excusa de la crisis sanitaria como el caso del pasaporte Covid o las vacunas. El ciudadano no parece percibir los riesgos que ya tenemos y que se acrecentarán con la crisis de Ucrania de forma inmediata, y que implicarán para España un esfuerzo adicional a futuro de reajustar sus desequilibrios presupuestarios y de deuda pública. Antes o después los recortes tendrán que llegar y afectará al bolsillo de los ciudadanos y pensionistas, aún a pesar de los fondos que recibiremos de la UE. Visto el retraso de aplicación de los fondos recibidos hasta el momento y especialmente sus destinos, no parece que vayan a tener el impacto multiplicador en el crecimiento que deberían tener. Ello implicará mayores deudas a futuro, problemas en muchos sectores básicos, aumento del desempleo, pérdida de poder adquisitivo, pérdida de competitividad y un país mucho más empobrecido. Son muchas las consecuencias que tendremos que afrontar. Si además los bancos centrales empiezan a subir tipos, el coste de la deuda será mayor y los costes financieros aumentarán, poniendo más presión en los márgenes de las empresas y sobre todo en el bolsillo de los ciudadanos que tengan hipotecas vivas.

JMF: Algo de optimismo, ¿qué arreglo tiene este desastre?

AC: Siempre intento ser optimista y de hecho el año 2022 tenía buenas perspectivas de dar ciertas alegrías por la inercia de la recuperación y el ajuste de los excesos de liquidez puestos en marcha por los bancos centrales. Sin embargo, el escenario se ha roto y ha puesto encima de la mesa muchas incertidumbres difíciles de estimar y que además dependerán de la duración de un conflicto que desconocemos. La parte positiva puede ser, que por fin la UE reaccione y empiece a aplicar ya medidas efectivas que permitan conseguir una mayor independencia energética de países como Rusia y desarrollar la energía nuclear como recurso estable y barato, ante el despilfarro vivido estos últimos años en políticas «verdes» que se han demostrado muy caras e ineficaces ante una crisis como la que estamos viviendo desde hace año y medio. Si además se consigue que la UE salga más unida de esta situación y desarrolla una política de defensa que nos permita ser más independientes ante posibles amenazas futuras, sería algo positivo. Aunque ello nos va a suponer un coste adicional a futuro. En cualquier caso y después de 35 años en los mercados financieros, las crisis bélicas suelen tener impactos limitados en el tiempo en los mercados y tienden a recuperar con cierta rapidez. En este caso se juntan muchos factores que habrá que estimar y acotar, especialmente el impacto de las medidas aplicadas contra Rusia que tienen un efecto boomerang. No sólo afectan a Rusia sino a muchas compañías y bancos internacionales que tendrán que afrontar o bien pérdidas o bien mayores provisiones para cubrir la exposición al mercado ruso directa e indirecta. Sólo los bancos internacionales tienen una exposición directa a Rusia de 107 mil millones de euros y las corporaciones en torno a 200 mil millones de dólares. Todo esto hay que digerirlo y ver el impacto en cada uno de los países y las empresas afectadas. Veremos revisiones inicialmente a la baja en crecimientos globales y beneficios globales. Pero los mercados suelan anticipar esos impactos y se ajustan con más rapidez que la economía real. Vienen tiempos de volatilidad e incertidumbre, pero también es verdad que hay muchos instrumentos que permiten cubrir pérdidas potenciales o incluso ganar en las caídas. Cuando unos activos caen otros suben, así que hay que tener mucha cintura y rapidez para aprovechar esas circunstancias. El único arreglo para estos desastres es aislar de una vez de forma contundente los regímenes totalitarios, aplicar las sanciones necesarias y contundentes y no aplicar políticas buenistas que se han aplicado hasta ahora. Firmeza y contundencia. Eso fortalecerá las democracias, la defensa de las libertades y la libertad de mercado global.

JMF: Mil gracias Alvaro, un abrazo y, si te dejas, hasta la próxima.

AC: Un placer. Un abrazo.


3 comentarios en “Álvaro Climent: Tendríamos que estar hablando de inversión y no de gasto’

  1. Qué buena lección de realidad, conocimiento y sentido común! En mi humilde opinión, es posible que las movilizaciones populares logren algún giro en el gobierno actual, pero seguro que lo ‘compensarían’ con creces, inventando algún decreto retorcido que nos perjudique por otro frente. Es lo que nos demuestran cada día. La perversa capacidad de reacción contra el bienestar y progreso del ciudadano común de a pie.

  2. Jose Vicente Rey, [08/03/2022 22:42]
    [Reenviado de Jose Vicente Rey]
    🧐🧐🤓 Asunto final de la guerra en Ucrania
    Buenas noches;
    No recuerdo si ya comente con todos ustedes, mi previsión, -no solo mía-, que compartíamos algunos ex compañeros de trabajo en la industria petroquímica.
    1º estadio: Guerra rápida provocada por el acoso de la UE, EE.UU., y OTAN, a Rusia con el acercamiento de misiles, adhesión o petición del gobierno golpista y mafioso de Ucrania, a la OTAN y UE.
    Objetivo, desestabilización financiera, mediante elevación considerable de los costes energéticos, con incremento altísimo de la recaudación fiscal de los productos y precios. Añádase el incremento de la inflación, con sus consecuentes crecimientos de recaudación fiscal general, y encubrimiento de la devaluación de facto y reconcentración de capitales, pago de deudas públicas disparatadas etc.

    2º Estadio: Se prolonga algo la guerra con el fin de conseguir mayores ajustes, como consecuencia de la quiebra de la zona €, y sin respaldo de activos reales. Esto provoca la caída industrial, productiva y estructural de la UE, por los distintos efectos sobre todo entre Alemania y Francia.

    3º Rusia no asume esta fase anterior, pese al gran beneficio obtenido por los precios, si no compra la UE, compra china, la India y otros muchos, pagan con oro u otros medios. La UE y EE.UU., aplican sanciones que realmente perjudican a la UE y zona €, EE.UU., soluciona parte de su deuda al incrementarse su inflación con más de 2 dígitos, con ello su deuda, -en manos de China mayoritariamente se devalúa-,

    4º Con el bloqueo, Rusia se guarda el arma que imposibilita la efectividad de las sanciones, su economía es su MAYORÍA AUTÁRQUICA, con auxilio de China y la India, sus reservas de oro, y del resto de materias primas, incluidas las alimentarias. Esta ARMA, es el corte del gas. ¡¡Ello implica la quiebra de la industria de la UE, -principalmente Alemania-, con estanflación galopante!! descontrolada y ante lo cual solo cabe el conflicto bélico. ¡¡ATENCIÓN, ESTE ENTRE RUSIA Y LA OTAN SOLO CABE EN NUCLEAR!!

    Y todos sabemos lo que esto significa.

    5º Arreglo similar a la crisis de los misiles en su día de Cuba entre Rusia y EE.UU., en este caso se exilara el «gobierno´´ de Ucrania, se liquidara desde ucrania y los aliados de la OTAN, aquellos sujetos comprometedores que colaboraron con el hijo de Baiden en sus «negocios´´, y con los implicados de la Comisión Europea.

    También, -con suerte-, se caerá la maquinaria de manipulación mediática, cuestión ¡¡IMPRESCINDIBLE!!
    Recordemos que en la guerra de Irak, con los EE.UU. y sus aliados, murieron 3.000.000, de personas y aquí estamos hablando de una milésima parte. Difícilmente se podrá justificar nada y no recordar Afganistán, etc., etc.,

    Me comunican que Rusia cortara el suministro de gas, de forma inmediata y por ello se acelerara la situación, con un resultado catastrófico para la UE, en nuestra opinión finiquitada en su actual contexto, con el triunfo de China, la salvación del Dólar y de Rusia.

    Saludos y buenas noches para todos, esta opinión nuestra, -por cierto-, no está lejos de la del Coronel Bolaños y Altos Ex mandos de la OTAN, Españoles ya jubilados.

    José Vicente y amigos, de EE.UU., Francia y Alemania.
    ✍️🤝

  3. Buenos días Sr. Martínez,

    Disculpe mi posible ignorancia, pero después de leer toda su larga predicción, no alcanzo a entender la relación con el contenido de la entrevista al Sr. Climent. No identifico su aportación directa al tema de referencia.

    Un saludo.

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