De light a black


black

Hace no muchos años triunfó lo light. Lo que nació como comer sin engordar paso a ser vivir sin compromiso. Se había descubierto el gran chollo: comer a lo bestia, sin efectos en la estética; fumar como un condenado, con pulmones infantiles y darse el gran lote, sin que quede secuela: la vida es bella por que todo es light. No se daban cuenta que cuando quitas el feed back de la responsabilidad, de «a lo hecho pecho», la libertad desaparece.

Ahora el light se ha transformado en lo black. Caja Madrid lo ha puesto al descubierto. Tarjetas black, súper light, que esquivan al fisco para todos los amigos de un banquero, cajero queda muy vulgar. Dinero black para engrasar la vida diaria de un partido político -sedes y sobres- y, lo último, ahora, en Andalucía, los votos black, recogidos por probos funcionarios dedicando el dinero que administran a comprarlos y el tiempo que les pagamos a perseguirlos.

No entiendo nada. ¿Alguien en su sano juicio puede pensar que un país así, huido de la responsabilidad y el esfuerzo, tiene futuro? ¿Alguien me lo explica?


Un comentario en «De light a black»

  1. Ese es el principal problema,…qué tendemos a generalizar. Por lo que la mentira, el egoismo, la ley del menor esfuerzo y la verdadera dignidad de todos los ciudadanos quedan relegados a segundo lugar, por lo que los actos de algunos individuos son vistos como light, aún siendo el lado más black de la persona.

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