Democracia ‘absoluta’


reysol

Es malo, muy malo, cuando aceptamos tácitamente una situación irregular. Es peor, es mucho peor, cuando la damos por normalizada y no pasa nada. Ayer en el Congreso el ministro de lo económico, Luis de Guindos, hablando de la actuación del último gobierno socialista en favor de la salida a Bolsa de Bankia hizo las siguientes afirmaciones: «forzó voluntades e hizo que los supervisores miraran para otro lado». El ministro dejaba claro que un ejecutivo puede hacer que los supervisores no supervisen. Si a estas declaraciones sumamos las de Mas no hace mucho enfrentando legitimidad, la suya, frente a legalidad, la vigente, empezamos a tener claro la realidad de nuestra democracia. Sufrimos una democracia ‘absoluta’, no en el sentido de democracia total, sino en el sentido de que se pliega absolutamente, cual monarquía absoluta, a la voluntad de los que mandan.

Es evidente que la separación de poderes, uno de los fundamentos de la democracia real, brilla por su ausencia en la acción política en España, pero lo que ya es definitivo es que abiertamente se reconozca esta adulteración como lo normal cuando no como la guía de la actuación habitual de nuestros líderes. ¿Hay corrupción más grave que esta?

No entiendo nada. Es evidente que el distanciamiento de la sociedad con la clase política crece día a día y que la corrupción es una de las causas de ello. ¿Cómo pretenden resolver esta lacra a base de portales informáticos y de medidas paliativas si ya reconocen abiertamente que dirigen, como reyezuelos absolutos, la actuación de la justicia y los órganoz supervisores? ¿Alguien me lo explica?


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