Elena Herrero-Beaumont: ‘En España tenemos una democracia a medias’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Elena Herrero-Beaumont (@ElenaHeBe), abogada, investigadora y profesora en transparencia y buen gobierno. Miembro de varios consejos, entre ellos, Transparencia Internacional, Fundación Compromiso y Transparencia y Ethic y participante en MIRADAS ANTE LA CRISIS DEL COVID-19 organizadas por Club Tocqueville.

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JMF: ¿A qué dedicas tus esfuerzos ahora? 

EH-B: Mis áreas de investigación son derecho constitucional, derecho de información, opinión pública, transparencia, buen gobierno, ética de las instituciones y en estos momentos estoy desarrollando un modelo de gobernanza para los medios de comunicación en España.

JMF: ¿Cómo ves al Covid19, ¿es verdad que saca lo mejor y lo peor de cada casa?

EH-B: Si. No soy socióloga pero como simple ciudadana puedo observar que en los meses de confinamiento nos obligó a reflexionar sobre aspectos fundamentales que pasan desapercibidos en un día a día frenético. Hay familias que se dieron cuenta en el confinamiento de que sus niños de dos años apenas pronunciaban dos palabras. Mientras que la vorágine del día a día les impedía ver el retraso verbal. Mucha gente ha decidido dar un giro radical a su vida. Se están mudando a provincias donde el ritmo es más lento, más sencillo, más barato. Todos nos dimos cuenta de que el ritmo de consumo era innecesario. Nos dimos cuenta de que necesitamos fuentes de sentido que nos habían dejado de nutrir. La gran cuestión del confinamiento era, ¿cambiaremos de verdad o seguirá todo como era antes del Covid? Yo pensé que se produciría un mayor cambio en la mentalidad de la gente de lo que estoy viendo ahora que nos han abierto las puertas de nuevo.

JMF: ¿Se está borrando lo que habíamos cambiado?

EH-B: Es que depende mucho. Me parece una pregunta muy general. Pero en esa generalidad creo que el Covid no nos ha cambiado tanto como yo pensaba.

JMF: Si aún no sabemos ni el número de muerto se puede hablar de transparencia…

EH-B: En términos de transparencia se podría haber hecho mucho mejor. Hay una base empírica que demuestra que la transparencia puede ser en algunos casos contraproducente, que es mejor la ignorancia de la sociedad sobre determinados temas porque conocerlos puede acarrear efectos más negativos. Pero me parece una actitud paternalista muy peligrosa. Yo creo en aquello que dijo Louis Brandeis: “la luz es el mejor de todos los desinfectantes”. Todo ciudadano tiene que ser capaz de ejercer su derecho a saber y a recibir información veraz. Esto es crucial para poder entender qué está pasando, para tomar decisiones, para asumir deberes y responsabilidades y para votar.

JMF: Yo no quiero que otro decida por mi lo que yo soy capaz de saber y asimilar…

EH-B: Eso es. La única justificación posible de ciertas medidas de los gobiernos de poner controles a la prensa y de no revelar datos, es la seguridad nacional.

JMF: Es difícil encontrar algo en lo que el gobierno no nos haya mentido y mucha prensa haya callado, ¿cómo explicas eso?

EH-B: Creo que uno de los problemas de España es la falta de independencia de instituciones como la prensa y otras de la sociedad civil. Por supuesto hay excepciones, pero en general existe una cultura en la que se acepta la intromisión del gobierno en algunas redacciones, el cambio de directores acordado entre empresarios y gobierno, cosas así. Eso no es coherente con los postulados de una democracia liberal. 

JMF: ¿Ves la prensa muy dependientes del gobierno de turno?

EH-B: Algunas cabeceras más que otras. A ver, muy pronto en la historia del periodismo surge la actividad editorial política. Y muy pronto los partidos políticos comienzan a lanzar sus mensajes a través de las diversas cabeceras existentes. El hecho de que cabecera se convierta en la intermediaria de una corriente de opinión política no es malo, es deseable. Pero el problema surge cuando esa opinión impregna todo el periódico, no sólo la sección de opinión. Y el periódico se convierte en una dependencia más del gobierno. Esto no sólo pasa en la institución de la prensa, pasa con todas nuestras instituciones. Es la ya conocida politización institucional. El remedio para esto es el diseño de modelos de gobernanza que garanticen una independencia editorial. Ciertas cabeceras anglosajonas son un buen referente de ello.

JMF: ¿Cómo garantizas independencia editorial?

EH-B: Muy buena pregunta. Es el gran tema que abordamos en nuestro Informe Anual de Independencia Editorial de los medios de la Fundación Compromiso y Transparencia. La Independencia Editorial se logra cuando existe una misión clara de la empresa de medios o del periódico y se establecen políticas de buen gobierno que permitan desarrollarla. Esas políticas han de establecerse en las tres áreas más nucleares de una empresa de medios: el área de la propiedad, el área de la financiación y el área de la redacción. En cada una de ellas, se pueden hacer cosas como que las decisiones más estratégicas de las empresas queden reservadas a determinados accionistas o consejeros que, por su trayectoria, garanticen una excelencia, una independencia y una fidelidad a la misión. Que en la parte de la financiación no se superen unos umbrales de deuda y que se garantice una transparencia en cuanto a la financiación institucional, algo que en España es de una opacidad alarmante. En la parte de la redacción, que existan procesos claros y efectivos que garanticen la verificación de la información y la libertad de expresión de los periodistas. Son algunos ejemplos. En resumen, es cuestión de cultura institucional. Algo que en España nos está faltando.

JMF: Me estas diciendo que si quieres puedes ser independiente…

EH-B: Si.

JMF: Tú, ¿piensas que quieren?

EH-B: Los menos se creen la misión periodística y los más tienen otras motivaciones, las de siempre, poder, reconocimiento y dinero. 

JMF: Coincido, se sobrevive muy bien bajo el paraguas de la subvención pública. Sin independencia de los medios, ¿hay autentica democracia?

EH-B: No.

JMF: Entonces, ¿qué tenemos en España?

EH-B: Una democracia a medias. Pero no solo ocurre en España. La democracia está en riesgo en general.

JMF: Esta en riesgo, ¿solo por eso?

EH-B: La desinformación digital está demoliendo el entramado institucional liberal a toda velocidad.

JMF: También está dando pluralidad a la información…

EH-B: Si, pero las campañas de desinformación son verdaderos tsunamis para el proceso democrático en comparación con los beneficios que supone esa pluralidad.

JMF: Y las campañas de desinformación y manipulación de la prensa de siempre… Te recuerdo que en Cataluña llego a publicarse un ‘editorial conjunto’ a las ordenes del poder…

EH-B: Si, la desinformación existe desde El jardín del Edén con Eva y las mentiras de la serpiente, como dice el Papa. Pero la cuestión actual es la magnitud de la propagación.

JMF: Me has hablado de la ‘desinformación digital’, ¿qué harías contra ella?

EH-B: Los policy makers de la Unión Europea y de Estados Unidos están tratando de ver cómo combatir la desinformación desde distintos ángulos. Es un tema complejo donde las plataformas tecnológicas tienen una gran responsabilidad pero claro que creo que hay que regular Internet.

JMF: Gracias Elena, un beso y vamos a ver cómo ponen puertas al campo sin quitarnos libertad.

EH-B: Gracias a ti. Cuídate mucho.


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