Manuel Arias Maldonado: ‘Basta superponer los mapas de carlismo y separatismo para apreciar una nada casual rima de la historia’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Manuel Arias Maldonado (@goncharev) Profesor Titular de Ciencia Política de la Universidad de Málaga que colabora con distintos medios de comunicación de manera habitual (El Mundo, Revista de Libros, Letras Libres, The Objective). Autor de ‘Democracia Sentimental’, ‘Anatomía del PROCÉS’ y otros libros.

Tuitter:@jmfrancas Webhttps://sinpostureo.com bloghttps://www.noentiendonada.esYou tubehttps://www.youtube.com/channel/UCUGcEzxyMJwuOCBNnjwPDxg?view_as=subscriber

JMF: ¿Cómo ves la política española actual?

Manuel Arias Maldonado: Me parece que atraviesa un momento de gran cacofonía por efecto de la convergencia de varios factores: la crisis catalana, la infección populista y la nueva manera de organizar el espacio público que trae Internet. Dudo que hayamos resuelto todavía la crisis constitucional que se abre con dos frentes: el asalto verbal de la izquierda populista y el que protagoniza, yendo más allá de lo verbal, el separatismo catalán. No hay mayorías para nada: ni para romper ni para reformar. Y de ahí viene todo lo demás, con el añadido de la llegada de Vox, que plantea una ruptura del consenso autonomista por el extremo opuesto.

JMF: ¿Vox les ha descolocado a todos?

Manuel Arias Maldonado: No le atribuyo semejante importancia, siendo como son una suerte de “PP malote”… Sin embargo, ha tenido una influencia decisiva en el panorama electoral al devolver protagonismo al eje izquierda/derecha cuando parecía que el eje nacional iba a ser decisivo. Y esto es irónico, porque Vox nace ante todo por el factor catalán.

JMF: Pero parece que después de su aparición todo se han movido y especialmente el PP que no se aclara,  ¿no?

Manuel Arias Maldonado: Han fragmentado el voto desde el centro a la derecha mientras a la izquierda se concentraba y eso no podía dejar de tener efectos electorales fuertes -y previsibles. El PP quiso evitar la fuga por su derecha y abandonó un cierto moderantismo que le había ido bien estos años. No me parece que su apuesta por lo liberal en materia económica sea la más certera en una época de miedo en la que parece demandarse protección estatal, pero ése es otro asunto. Es muy probable que el propio votante de centro-derecha se percate del efecto despotenciador de la fragmentación electoral y eso cambie su conducta en siguientes convocatorias electorales.

JMF: Realmente Vox al dividir el voto, ¿propició la victoria de Sánchez?

Manuel Arias Maldonado: Naturalmente. Es aritmética electoral básica. Así funciona nuestro sistema electoral.

JMF: Pero no hacía falta Vox para dividir los votantes, bastaba con Ciudadanos en el espacio de centro derecha para conseguir esto…

Manuel Arias Maldonado: No, no exactamente. Hay muchos artículos de expertos en nuestro sistema electoral que lo explican con claridad. Lo que cuentan son los diputados, no los votos. Y en un elevado porcentaje de distritos electorales (provincias) se reparten pocos diputados, de manera que allí la elección es muy poco proporcional. Así que si tienes un bloque que divide por tres minimizas tu rendimiento, y si tienes uno que divide por dos y donde además un partido (PSOE) sube a costa del otro (Podemos), lo maximizas.

JMF: Visto así, ¿difícilmente podrá ganar la derecha?

Manuel Arias Maldonado: Bueno, bastaría con que se redujese el voto de Vox, y/o que PP subiera frente a Cs. O sea, que se redujese la fragmentación del voto en ese bloque. También decíamos hace unos años que el PP gobernaría siempre ante el desbarajuste de la izquierda, y no ha sido el caso.

JMF: Democracia sentimental, ¿es democracia?

Manuel Arias Maldonado: Sí. Es la democracia posible, o real si se prefiere. Con ese título hago referencia a dos cosas: la mayor visibilidad y aparente importancia de los factores emocionales en el funcionamiento de nuestras democracias representativas; y a lo nuevo que vamos sabiendo acerca de la racionalidad política individual, que es menor de la que creíamos. Pero en la medida en que la democracia liberal depende en parte de la opinión pública y ésta a su vez se alimenta irremediablemente de factores emocionales, pues nuestra democracia es una democracia sentimental.

JMF: No es bueno eso… El hombre tiene inteligencia que debe ordenar sus sentimientos…

Manuel Arias Maldonado: Claro; debe. Y ésa es la propuesta ilustrada que debe seguir funcionando como ideal que regula nuestra vida política. Pero no suele hacerlo y de ahí, como es evidente, la política democrática tal como es.

JMF: El tema del ‘procés’, ¿es puro sentimiento?

Manuel Arias Maldonado: Depende del punto de vista que adoptemos. Para las élites del nacionalismo que se escoran al independentismo, no lo creo. Hay también una huida hacia adelante y un intento por tensar la cuerda con el Estado para sacarle alguna concesión competencial o fiscal. Dicho esto, la nacionalización de Cataluña y la idea de una ruptura con el Estado estaba escrita ya en los planes del pujolismo y ahí, indudablemente, tiene que haber un “sentimiento” de pertenencia exclusivo a una nación romantizada que se opone a España. En el lado de los votantes, aunque por supuesto hay de todo, y en ese “todo” hay que incluir intereses relacionados directamente con los recursos que reparte el gobierno autonómico de distintas formas, apreciamos una resistencia a aceptar los hechos, incluso tras haber sido desmentidos por la realidad de manera inapelable, que inevitablemente nos coloca en la idea de un sentimentalismo o incluso de un irracionalismo.

JMF: ¿Unos pocos usan el intelecto para manipular el sentimiento de muchos?

Manuel Arias Maldonado: Tampoco exactamente. Hay que tener cuidado con el uso de este término, la “manipulación”. En la esfera pública hay un conflicto entre marcos e interpretaciones de la realidad, y algunos de ellos pueden ser activados más fácilmente cuando la cultura política y la historia subyacentes le son favorables. Esto pasa en Cataluña: basta superponer los mapas de carlismo y separatismo para apreciar una nada casual rima de la historia. Ahora bien: cuando un poder público que controla los medios públicos e influye en los privados como solo en las regiones sucede, dado su menor tamaño, pone todos sus recursos al servicio de una causa y lo hace en las circunstancias más propicias, el efecto persuasivo es evidente. Y nada más fácil que activar en el ser humano que el enfrentamiento tribal nosotros versus ellos.

JMF: ¿El separatismo es hijo del carlismo?

Manuel Arias Maldonado: Hablar de causación no sería apropiado. Pero que haya una correlación territorial es más que llamativo. Son tradiciones antiliberales, anticosmopolitas, rurales.

JMF: La correlación existe, ¿por qué la causa efecto?

Manuel Arias Maldonado: Porque no podemos decir que el separatismo es consecuencia del carlismo. Son cuerpos de ideas distintos. Pero el segundo es fértil donde lo fue el primero. Luego allí hay una disposición cultural favorable.

JMF: Y,  ¿entiendes  el porqué de esta disposición?

Manuel Arias Maldonado: Pues lo que te he dicho antes: entornos rurales con tendencia s rechazar el liberalismo urbanita, el cosmopolitismo, la economía abierta de mercado, la contaminación cultural, etc.

JMF: ¿Qué futuro le auguras a Pablo Iglesias y a su Podemos?

Manuel Arias Maldonado: El que se avizoraba ya cuando se vinculó a IU: si entonces era ser una especie de “IU reforzada”, lo más probable es que de quede en “otra IU”. O sea, un partido pequeño de izquierda a la izquierda de la socialdemocracia.

JMF: ¿Con Pablo Iglesias?

Manuel Arias Maldonado: No lo sé. Dudo que sea eterno, y menos con tales rendimientos decrecientes.

JMF: ¿Marcará la legislatura la sentencia del juicio al ‘procés’?

Manuel Arias Maldonado: Es difícil saberlo. Será en octubre, al comienzo de la legislatura. Y ésta aún no ha comenzado, no hay gobierno. Pero si el nacionalismo, y con él el vasco e incluso Podemos, sobrerreacciona contra la sentencia, quizá eso pueda propiciar un reagrupamiento del bloque constitucional, roto desde la moción de censura.

JMF: Mil gracias Manuel, ya hemos abierto el apetito a muchas cuestiones con tus respuestas. Un abrazo.

Manuel Arias Maldonado: Gracias a ti. Un abrazo.


Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *