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Este estado de alarma o estado de abuso, como ya se empieza a conocer, ha de servirnos a los españoles para darnos cuenta de lo frágil que es el estado de libertades que teníamos hasta antes del día 14 de marzo, que no es suficiente con tenerlo escrito en la Constitución o en las leyes, hay que defenderlo día a día y luchar por recuperarlo cuanto antes.
Como integrante de una plataforma ciudadana como la Plataforma Elecciones Transparentes, animo a todos los españoles a apoyar con trabajo o con pequeñas aportaciones económicas a cualquier movimiento ciudadano que luche en estos momentos por la defensa de las libertades y la transparencia, así como a los profesionales independientes de la comunicación que informan de todo aquello que el Gobierno pretende callar con sobornos millonarios.
Cualquier empresario, asalariado, pensionista o subsidiado, ya es consciente a estas alturas de que la mejor inversión para defender su empresa, su patrimonio, su puesto de trabajo o su poder adquisitivo, pasa irremediablemente por la defensa de sus derechos y libertades, lo contrario es la miseria, la pobreza, la opresión y la tiranía.
En julio tenemos elecciones vascas y gallegas, donde estará presente la Plataforma Elecciones Transparentes asistiendo a los recuentos en los colegios electorales, creando un escrutinio popular con las actas de escrutinio que nos faciliten los cientos de voluntarios, asistiendo al escrutinio general cinco u ocho días después de la jornada electoral y desmotivando el voto por correo que carece absolutamente de transparencia. Allí os esperamos a todos.
El escrutinio popular es una experiencia inolvidable, estuve en dos colegios electorales recogiendo fotos de las actas de las mesas, y luego las subía a la plataforma que habilitó Ignacio Baixauli. Luego fuimos voluntarios para verificar las actas. Todo un proceso transparente, que cualquiera puede investigar.
También estuve, a los tres días, en EL RECUENTO GENERAL que tenía que hacer la JUNTA ELECTORAL PROVINCIAL DE SEVILLA. Pero no hicieron el recuento, cogieron los datos que les facilitó el gobierno de Pedro Sánchez, y firmaron las actas del escrutinio general con esos datos. Los tenían que haber cogido de las Actas que envían desde los Colegios Electorales, cada mesa elabora su Acta, con los votos que ha recibido cada formación política, y a la JUNTA ELECTORAL PROVINCIAL le corresponde sumar las actas de toda la provincia. Pero no lo hicieron, en dos horas y media de sesión, se cepillaron el acto, o sea, cuadraron las pocas actas sobre las que los partidos tenían alguna duda, y volcaron los datos que había recabado el gobierno de Sánchez la noche electoral, mediante sus representantes de la administración, que esa noche transmiten a un programa informático QUE NO PODEMOS EVALUAR QUÉ HACE, los datos de las actas de las mesas que le tienen que dar en el colegio electoral, en esto hay que fiarse de la buena fe tanto del que envía los datos, como del Gobierno que recibe los datos en el sistema informático de la empresa INDRA, que esa noche todavía no tenía ni un contrato, que se le dio el encargo sin hacer ni un concurso para que varias empresas diesen presupuesto, y que por lo tanto, todo se hace sin muchas garantías, pero que permite tener una idea de lo votado y que el Ministro de Interior dé unos resultados provisionales en la televisión, y las cadenas de tv hagan el show de las elecciones.
La Ley Electoral no le da al Gobierno la atribución de facilitar los datos recabados a las Juntas Electorales Provinciales; lo que dice es que las JUNTAS ELECTORALES, de modo INDEPENDIENTE, tiene que hacer la suma de las actas. Y le da hasta TRES DÍAS para hacerlo, porque son muchas Actas, en Sevilla eran más de dos mil quinientas; pues por lo que ellos llaman el método abreviado, se las cepillaron en dos horas y media.
Así que los VOLUNTARIOS de Elecciones Transparentes tienen una tarea de auténtica DEMOCRACIA, vigilando qué hace la Administración Electoral con nuestros votos.
Lo menos que se les puede pedir, es que los cuenten ¿no?