Alberto G. Ibáñez: ‘Si se rompe España: jaque mate’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Alberto G. Ibáñez, escritor y ensayista, doctor en derecho y en ciencias de la religiones, autor de ‘La Conjura silenciada contra España’, ‘La Leyenda negra: historia del odio a España’ y el último ‘La Guerra Cultural: los enemigos internos de España y Occidente’.

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JMF: ¿De qué guerra cultural hablas?

AGI: De la guerra entre modelos culturales. Este tipo de guerra acompañaba en un principio a la convencional: los Imperios debían dominar a un pueblo para cambiar su cultura (e.g. el Imperio romano), pero a partir de la imprenta cobra vida propia, precisamente alrededor de la leyenda negra (conflicto anglo-franco v. hispano). Luego vendría protestantismo v. catolicismo, comunismo v. capitalismo… Hoy vivimos la cuarta gran guerra cultural donde el objetivo es simplemente derribar a Occidente y lo que éste ha representado, siendo el rival más débil Europa y dentro de Europa, España. No somos conscientes de que aunque afortunadamente la guerra convencional no exista siempre, la guerra cultural es permanente.

JMF: ¿Quién va contra Europa y especialmente contra España?

AGI: Dicen que en la política existen adversarios, enemigos y luego compañeros de partido, los más terribles de todos. Pues bien, igualmente en la geoestrategia internacional hay adversarios muy claros de Occidente: China, Rusia (que ha pasado a ser una potencia que mira mira a Asia y ha dejado de ser una potencia occidental pura para ser «euroasiática») y el mundo árabe. A los tres les vendría muy bien que Europa deje de ser una potencia para convertirse en su mercado esclavizado o simples vasallos. Una de las estrategias es muy antigua «divide et impera». A este respecto, España ofrece las suficientes contradicciones internas y complejos colectivos para convertirse en la primera pieza del tablero en caer. Pero resulta claro que si se rompe España, con siglos de Historia, después el virus separatista se extenderá por Europa sembrando el caos y la división. Jaque Mate. Y luego existen los enemigos internos, los más terribles de todos.

JMF: ¿No parecía que Rusia, más bien por temor a China, quería acercarse a Europa sobre todo a través de Francia?

AGI: Desde el fin de la segunda guerra mundial Rusia dejó de ser una potencia euro-occidental. Primero porque abrazó el comunismo pero hoy a pesar de ser un país capitalista, sigue manteniendo ritos y usos del mundo soviético. Quiere ser una gran potencia, y para este fin su adversario más claro es EEUU, pero la UE también le molesta con sanciones y su invasión política del área tradicional de influencia rusa en Europa del Este. Que sobre todo Alemania y, ahora, Francia hagan algunos esfuerzos de acercamiento viendo que el enemigo común es China, no quiere decir que Rusia se deje abrazar. Hoy por hoy, Rusia está más cerca de China que de Europa, que es además parte de la OTAN que hace maniobras cerca de su territorio (el problema de Ucrania está ahí). Por eso detrás de todas las tensiones que surgen dentro de la UE, incluida dentro de España, cabe observar el brazo alargado de Moscú dentro de una guerra multinivel.

JMF: Y China, ¿qué busca?

AGI: China sigue teniendo mentalidad imperial. Ellos gustan de denominarse el «imperio del centro”. Los ingenuos no tienen más que leer el discurso de Xi Jinping en el XIX Congreso del partido en octubre de 2017 donde declaró que el objetivo de China es ejercer de «líder global» en 2050 y que el 2035 su ejército tenga la capacidad para ganar «cualquier guerra» (¿incluida la biológica?). Se trata de exportar su modelo de éxito «crecimiento + tradición china + autoritarismo» a otros países; de hecho ya controlan la explotación de 42 puertos en 34 países. El programa chino de educación patriótica hace hincapié en «los 100 años de humillación» sufridos por las dos guerras del opio, focalizando su enemigo en EE.UU. o en el pasado Imperio Británico. No puede decirse que engañen a nadie.

JMF: ¿El virus chino ha sido por eso?

AGI: Yo no tengo pruebas de que así haya sido. Se dice, en contra de esa tesis, que resultaría absurdo que China soltara un virus mortífero entre su propia población (Wuhan), pero esto es desconocer las acciones de falsa bandera o cómo desde siempre las grandes potencias para entrar o empezar una guerra no ha tenido muchos problemas morales en montar una acción agresiva contra su propia población, achacando su responsabilidad a un tercero (en este caso a la naturaleza). Podríamos traer a colación el caso de la explosión del acorazado Maine en el puerto de La Habana, porque nos afecta directamente, pero hay ejemplos más notorios en la mente de todos. En resumen, no hay pruebas de que el virus que está afectando especialmente a Occidente sea obra china, pero tampoco existen pruebas que lo descarten. En todo caso, como siempre digo, cuando en política internacional o nacional ocurre un suceso (atentado) extraño, debemos preguntarnos: Cui prodest? Pues bien, ¿a quién ha beneficiado el virus? Los datos están ahí.

JMF: Hablas tambien en esta batalla cultural de los enemigos internos, ¿cuales son estos enemigos?

AGI: La lista es larga (para eso habría que leerse el libro), pero destacaré tres en cada lado. En Occidente cabe señalar al virus posmoderno que lo contamina todo, el lado oscuro de la tecnología que nos está convirtiendo en vasallos tecnológicos o en tecno-dependientes, y un capitalismo de casino combinado con un aparato público cada vez más costoso e ineficaz. De España destacaría: la tríada maléfica (sectarismo cainita-ingenuidad galopante-localismo extremo), un modelo educativo que nos sitúa a la cola de la OCDE, y una operación perfectamente orquestada para romper España.

JMF: ¿Qué operación es esta tan bien orquestada?

AGI: España era el enemigo a batir hace cinco siglos porque amenazábamos con dominar el mundo. Hoy las razones para atacar a España (o dejar que se caiga) son otras. Como he dicho antes si quieres destruir a Europa empieza por el país que parece mostrar más empeño en destruirse a sí mismo, y de paso se evita que en algún momento pueda despertar de su sueño bobo, y darse cuenta que podría reconstruir el mundo hispano perdido, lo que tampoco interesa a muchos. Internamente, resulta claro desde hace años que detrás del nacionalismo vasco estuvo Inglaterra (de ahí el diseño de la ikurriña) y del nacionalismo catalán Francia que siempre ha deseado apoderarse de una u otra manera de este territorio (Napoleón le dejaba a su hermano José solo el sur del Ebro). Hoy tal vez ya no sea asi, pero no cabe duda que los separatistas están muy bien asesorados.

JMF: ¿Nuestro sistema educativo tan inútil nos deja al pie de los caballos?

AGI: Una sociedad es lo que es su educación, porque la formación de los ciudadanos de hoy es el futuro de la nación. En este sentido los Informes PISA vienen dando datos preocupantes , situando a España (con algunas excepciones como Castilla-León) a la cola de la OCDE en matemática y lectura y no es por falta de medios o recortes. Nuestra media de gasto por alumno está muy por encima de la media de la OCDE. El problema es el propio diseño del modelo, pero nuestros dirigente prefieren insistir en el error ante de reconocer cualquier responsabilidad, seguir tocando la flauta o echar la culpa del todo al “cha-cha-cha»

JMF: ¿En qué falla el diseño del modelo educativo?

AGI: Pues que la «secta pedagógica» (denominada así por Muñoz Molina) cogió un modelo que, con sus necesarias adaptaciones, funcionaba (entre otras cosas porque era una réplica del francés), y le dio la vuelta como un calcetín para sembrar la confusión y el caos. Lo primero fue bajar el nivel de los profesores, eliminando Magisterio de la selectividad. Hoy es un grado y hay que aprobar la EVAU, pero las notas de corte siguen siendo de las más bajas. En otras palabras, no atraemos a los mejores. En segundo lugar, los padres también se han acomodado y parecen tener miedo a educar. Se han vuelto consentidores, salvo en el deporte… Y los propios estudiantes están sometidos a mensajes contradictorios: estudia, pero no mucho; el cole es un sitio divertido pero hay que esforzarse; los exámenes son malos pero hay que ser resilientes frente al fracaso… Queremos que nuestros hijos sean felices, confundiendo felicidad con huida de la responsabilidad. Queremos que sean libres confundiendo libertad con hacer lo que les da la gana o apetece en cada momento y no lo que les conviene. Hay niños que mueren de hambre mientras nosotros mantenemos a una generación sometida a dieta solo de lo que les gusta. Si queremos que tengan éxito ya es hora que no les engañemos diciendo que la vida es fácil y que solo tienen derechos. ¿El resultado? La quinta ola joven porque los pobres tienen «necesidades de relaciones sociales» que al parecer se sacian en fiestas masivas y botellones a mogollón. Si nuestros abuelos lo vieran…, que no tenían más que el baile del pueblo y vigilados… No estamos ante la generación más preparada de la Historia sino ante la más engañada y consentida.

JMF: ¿Cómo revertir toda es tontería?

AGI: Pues hay varias propuestas sobre la mesa, incluida la del filósofo José Antonio Marina en su «Libro Blanco sobre la profesión docente». Yo en mi libro propongo tres medidas que no costarían un euro: 1. Recuperar el valor del héroe para la educación. El problema no es ser mediocres. Todos nacemos inermes, bajo la media, al principio de un camino lleno de dificultades que no sabemos dónde nos puede llevar. El problema es no aspirar a ser mejores de lo que somos. Toda sociedad necesita héroes y vidas ejemplares, sin ellos ni ellas su mejora no es posible. Y España los tiene a cientos. 2. Ponga un tigre en su vida. No tengo nada en contra de los incentivos positivos (desde premios a palmaditas en la espalda), pero tampoco hay que desconocer que en la vida real cuando cometes una falta o un delito pagas una sanción o te meten en la cárcel. Si nos comportamos bien es en gran medida por miedo a que la policía toque en nuestra puerta. El problema no es el miedo, el problema es que te paralice o no sepas gestionarlo. Si tuvieras que saltar un barranco más largo de lo acostumbrado ¿con qué estímulo crees que lo conseguirías mejor?: ¿si te prometieran 50.000 euros o si te persigue un tigre? No se trata de recuperar el castigo físico, pero sí de recuperar el castigo a secas, y no limitarnos tan solo a operar con estímulos positivos. 3. La forja del carácter. ¿Preferimos seres frágiles y débiles que sucumban a cada nuevo embate de la vida, instalándose en la queja permanente? O, por el contrario, como decía Pericles, «espíritus fuertes que, conociendo las penalidades, no se aparten de los peligros». La forja del carácter implicar no hurtar obstáculos sino en su caso acompañar y enseñar a superarlos. En este sentido, cuando se critican los exámenes se alude a que solo comprueban conocimientos de forma memorística (lo que tampoco está tan mal). Y sin embargo… un examen no es sino un obstáculo o reto que el estudiante debe salvar. Para ello debe preparase estudiando, sin duda, pero también planificando su tiempo y esfuerzo, organizándose y diseñando estrategias de concentración y retención de conceptos, incluido sobre cómo hacer mejor el propio examen. Y si después de todo suspende, pues deberá analizar cuáles han sido sus errores y fracasos y errores, aprendiendo de ellos para en su caso replantearse su forma de estudiar o corregir fallos o deficiencias de su método o de su trabajo (por ejemplo, darse el atracón el/los último/s día/s). Todo ello les prepara para enfrentarse a lo que se van a encontrar en la vida, otra cosa es que los profesores no les enseñen a verlos así. En todo caso, si quitamos los exámenes tendremos que introducir otros obstáculos que cumplan similar función.

JMF: ¿Algún motivo de esperanza para los españolitos de a pie?

AGI: Pues sí, yo creo que los jóvenes de hoy tienen una revolución pendiente, pero no es la de tirar piedras a la policía o quemar contenedores o romper escaparates o emborracharse y volver a su casa a las tantas. La verdadera rebelión pendiente de nuestros jóvenes consiste en lanzar un grito indignado a padres consentidores, a pedagogos de librillo y a políticos que no quieren líos: ¡no me engañéis más!, ¡decidme la verdad!, ¡no hay éxito sin esfuerzo!, ¡me estáis robando un futuro mejor!, ¡empujadme a superar mis límites y a hacerme dueño de mi destino! Si la vida incluye inevitablemente momentos duros, mejor saberlo y estar preparados para hacerles frente, evitando así caer en la depresión, el alcohol o las drogas. Podemos ayudarles removiendo algunos obstáculos y ofreciendo un marco de igualdad de oportunidades, pero a partir de aquí el camino deben andarlo ellos con todas las consecuencias y debemos dejarles hacerlo. Hay que despertar del sueño postmoderno y volver a hacernos responsables (todos) de nuestras vidas.

JMF: Mil gracias Alberto, si esto es el aperitivo tu libro debe ser una comida de lujo. Un abrazo y hasta muy pronto.


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