Gatillazo


Si la cara es el espejo del alma, ayer hubo gatillo independentista sin segunda oportunidad. Los diez segundos de república virtual, no parece que sean suficientes para tanto tiempo de tira y afloja. Digo república virtual por que la realidad es algo más que surrealista: Una pantomima de referéndum que, apoyándose en leyes suspendidas, otorga a un Parlamento la facultad, suspendida también, de proclamar una independencia, que no se proclama, para diez segundos después pedir una suspensión temporal, que nadie concede, dado que no se vota, es una actuación delirante difícil de tomar en serio. De hecho las multitudes que debían con su euforia acompañar al momento histórico desaparecieron mustias y con la cabeza gacha. El arreglo forzado por la CUP de hacer firmar un manifiesto en una sala contigua, no en el hemiciclo, reafirma la voluntad del independentismo de forzar la tan ansiada república, pero una vez más al margen de la ley. Las interpretaciones de lo ocurrido la tarde noche pueden ser muchas pero la realidad es que no hubo declaración de nada pero si hubo intención de hacerlo algún día.

No entiendo nada. ¿Hasta cuando los líderes independentistas catalanes van a llevarnos a hacer el ridículo? ¿Alguien me lo explica?


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