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Atar a los ciudadanos
Es muy notable el impacto que está teniendo la deriva de proliferación legislativa en la que está inmersa este gobierno y, desde que comenzó el año 2022 hasta su final.
Siendo el año 2022, un año en donde las leyes se han tramitado por el procedimiento de urgencia con proposiciones de Ley y no como proyectos de Ley. Porque el fin último de este gobierno, es atar a los ciudadanos ante la imposibilidad de poder impugnar directamente normas con rango de Ley.
Un año 2022 en el que nos encontramos ante un escenario donde nuestro ordenamiento camina hacia un conjunto de reglas, principios y valores, totalmente enladrillado (de esto ya ha hablado el profesor y jurista JL Villar Ezcurra en el espacio de «Hay Derecho») y, con esto lo único que pretende el legislativo es inundar nuestro ordenamiento jurídico con disposiciones con rango de Ley, que lo único que hacen es regular todos los aspectos de nuestras vidas (incluso en el ámbito familiar). Esto obedece a una sola causa, que no es otra cosa que el afán de dejar todo «atado y bien atado» al gusto del actual legislador y, ya sabemos quien es el legislador.
Veremos a ver como termina el 2022, si sale hacia delante la reforma del Código Penal y todas sus enmiendas. Porque cuando menos lo pensemos, nos puede estallar y, por supuesto no va a ser en veneficio de nadie. Porque como dice el profesor y jurista JL VIllar Ezcurra: «el tiempo y el espacio no son infinitos en una sociedad democrática que pretende basarse en la libertad”
Patricia Siguero de Unzúe, abogada experta en Derecho de Familia y contencioso administrativo.