El que avisa no es traidor (artículo publicado en la contra de La Gaceta el 12 de diciembre de 2009)


Cuando la actualidad mediática me abruma, busco información de calidad en el mundo científico. Este ámbito no me suele defraudar, será que es una especie, la del científico, poco protegida por el establisment político y por tanto poco estropeada. Ya sé que hay excepciones en todos aquellos ámbitos que puedan suponer ideología capaz de ateizarnos por una parte y por otra de reducirnos al ámbito puramente animal, donde el individuo libre pase a ser un ejemplar condicionado. Pero la ciencia resiste, ya que se dedica a conocer la realidad. Esto viene a colación de un hallazgo científico dado a conocer por la prestigiosa revista de la National Academy of Sciences: se hace eco de la existencia de un protolenguaje en los Cercopithecus campbelli, monos emparentados ancestralmente con el hombre hace millones de años. Este protolenguaje es el lenguaje vocal no humano más complejo que se conoce, y articula gritos distintos para formar frases con significados específicos, que usan de alertas para avisar de las amenazas inminentes a la manada.


 Hablando de alertas y amenazas, llevamos tiempo con el aviso/amenaza de una manifestación por parte de los sindicatos contra los empresarios. Hoy sábado nos hemos levantado en Madrid con la gran manifestación sindical de la crisis, la que es sin ninguna duda el paradigma de la protomanifestación preventiva: colleja al niño, por si acaso, no por lo que ha hecho, sino por lo que puede hacer. Uno tiene la sensación de que desde hace tiempo estos mismos sindicatos se han quedado en un protolenguaje: muy pocos sonidos, siempre los mismos, y pa ‘lante.

 En plena crisis, con el Gobierno autista, con el paro en ascenso galopante, con unos presupuesto de vergüenza donde el gasto sube y los ingresos bajan y haciendo caso omiso de todas y cada una de las recomendaciones de todos los expertos en lo referente a reformas estructurales, disminución del gasto público y contención en los impuestos. Con todo esto el protoleguaje de los sindicatos consiste en: el Gobierno de rositas y contra el empresario, que es nuestro calvario.

 El Gobierno, ha escondido la cabeza bajo el ala ante un aviso, el que avisa no es traidor, de Standard & Poor’s que por de pronto ya nos ha rebajado la perspectiva de la calificación del crédito pasándola de estable a negativa. La propia agencia de calificación destaca entre las causas de nuestra mala nota la rigidez del mercado laboral, al igual que en su día dijo el gobernador del Banco de España. ¿Se acuerdan de lo que le respondió un conocido ugetista madrileño? «Que se vaya a su puta casa». Supongo que por lo bajinis debió pensar que mientras muchos trabajadores se van a la puta calle, en vez de montarle una huelga general al Gobierno para que despierte, nosotros nos iremos a manifestarnos gratis total un sabadete a Madrid. Entiendan que muchas veces, para no primatizarme, me consuele en la biología.


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