Juan Carlos Aguilera: ‘Chile es objetivo del Grupo de Puebla’


Conversación tranquila de @jmfrancas con Juan Carlos Aguilera (@jcaguilerap). Catedrático de Filosofía.Universidad San Sebastián Chile. Fundador del Club Polites, iniciativa ciudadana que promueve la amistad cívica.

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JMF: ¿A qué vino el plebiscito?

JCA: En noviembre del año pasado, luego de la rebelión del 18 de octubre, los partidos políticos y con la venia del gobierno de turno, acordaron realizar un cambio en la Constitución, para llamar a un plebiscito que permitiera saber si la ciudadanía estaba a favor de un cambio de Constitución o no. Desde luego, tal acuerdo resulta de una situación de violencia extrema y también inconstitucional. Ya que el Congreso no tiene potestad para hacer ese tipo de cancho en la Constitución. Tal iniciativa es resorte del presidente de la República. Lo que en este caso, frente a un tema tan relevante el presidente dejó de liderar y actuar, en una materia que es privativa de él, como lo establece la Constitución. Además, uno de los aspectos claves de dicho acuerdo: La Paz social nunca llegó. Seguimos en una situación de violencia.

JMF: ¿Por qué cedió lo que no podía?

JCA: No es fácil responder a la razón o recibes del ceder. La más evidente: no querer perder popularidad, gobernar en base a las encuestas. Un mal que ha capturado a los políticos profesionales. No, a los políticos de vocación.

JMF: En el plebiscito, ¿qué se preguntó?

JCA: Dos opciones: Rechazo o Apruebo la Constitución. De ganar el rechazo, se acaba la discusión ya que implica decir: rechazo un cambio de Constitución. Si gana el apruebo, pues apruebo un cambio de Constitución. Hay otras dos opciones: Convención mixta o Convención constitucional. La primera estaría contorcida con aproximadamente la mitad del actual parlamento. La segunda, todos los miembros de la constituyente sería elegidos. Tales elecciones sería en abril del próximo año.

JMF: Estas dos opciones: mixta y constitucional, ¿de qué dependen?

JCA: Las opciones mixtas y constitucional dependen de que en la primera papeleta gane el apruebo y, por supuesto, de que una de las dos sea la más votada

JMF: ¿Se vota en el plebiscito también esto?

JCA: Sí. En el plebiscito hay dos papeleras: 1. Rechazo/ Apruebo. 2. Convención mixta/ Convención constitucional.

JMF: ¿Cuál fue el resultado del plebiscito?

JCA: El resultado del plebiscito fue: sobre un universo de 14.796.197 electores, sufragaron 7.520.538 personas. Es decir, el 50,8% de los cuales el 78,25 votó por la opción apruebo para redactar una nueva constitución y el 21,73% votó por la opción rechazo redactar una nueva constitución. Una segunda votación contemplaba la composición del órgano encargado de redactar el texto fundamental. El 78,9% optó por la llamada convención constitucional, es decir, todos los constituyentes serán elegidos en votación en abril del próximo año. Y, el 21,01% votó por la convención mixta. Es decir la mitad de dicho órgano estaría compuesto por actuales miembros del parlamento y la otra mitad serían elegidos.


JMF: ¿Cómo interpretas ti estos resultados?

JCA: La interpretación de tales resultados considerando que la democracia, en general, descansa en los principios de representación y responsabilidad. Al no participar la mitad de los electores y el optar porque no haya miembros del parlamento incorporados al órgano constituyente, dejen entrever, la escasa representatividad y el rechazo a los políticos. En cierto sentido es una derrota de la política en cuanto interés por participar y rechazo a los políticos por su falta de responsabilidad que ha llevado al país a una tesitura como la actual. De alguna manera la falta de responsabilidad en el ejercicio de la democracia, incluyéndonos a los ciudadanos de a pie, a los políticos y a los gobernantes, ha llevado a una desvitalización de la política. Aunque resulte paradójico, es como si la democracia haya ido enterrando la política.

JMF: Y ahora, ¿qué pasará?

JCA: Lo que viene tiene dos aspectos que me parece hay que tener en cuenta.
El primero, de corto plazo: Una cierta incertidumbre, mientras se redacta la nueva carta fundamental. Incertidumbre que venimos experimentando desde la rebelión del 18 de octubre y que se intentó, a través, de un acuerdo de la Paz y nueva constitución aplacar la violencia.
Asunto que no se consiguió. Y, la nueva constitución, dada la polarización de la política, si no prima la sensatez, puede resultar un intento fallido. Sin embargo, al término de la redacción de la nueva constitución, que pueden ser hasta 11 meses como máximo, se debe llamar a un plebiscito de salida en el que se pregunta si se desea esta nueva constitución o no. De ser negativo el resultado, se seguiría con la actual constitución.

Un segundo aspecto de mayor alcance, Me parece que consiste en lo que se podría denominar: Rehabilitación de la Política. Que consistiría en vigorizar la sociedad civil y profundizar en los principios fundamentales de una sociedad libre. Respeto a la dignidad de la persona, principio de solidaridad que se encarna en la justicia social, principios de subsidiariedad que se encarna en la libertad responsable y del bien común que exige el ejercicio de la autoridad y el respeto a estado de derecho. De parte de los políticos, superar la utilización de dolor y demandas de los más débiles para alcanzar el poder despótico en beneficio personal y de entronizarse en el poder, desconociendo la alternancia. Superar el paternalismo asistencialista permanente, creando verdaderas clientelas de personas dependientes, olvidando que el trabajo es el verdadero camino para la dignificación de la persona y aporte de la misma a la sociedad. En trece lugar, superar los peligros de la democracia. Pensar que el paraíso terrenal existe y con ello la perfección total, lo que lleva al desencanto y la violencia al constatar que aquello es imposible y encaminarnos a la tiranía. Pensar que son las estructuras las que van a determinar una vida mejor, renunciando a la libertad creativa, fundamento del progreso justo y pacífico de nuestro país.

JMF: Has dicho que a pesar del compromiso del plebiscito la violencia no cesó, ¿quién está detrás de esa violencia?

JCA: Detrás de la violencia hay diferentes grupos: anarquistas, extrema izquierda, grupos anti sistémicos, marxistas ortodoxos, el narco tráfico, movimientos indigenistas, etc.

JMF: ¿La quema de dos Iglesias significa algo más que pura violencia?

JCA: Es un asunto de mayor envergadura. Pero en síntesis se trata de borrar la tradición moral cultural sobre la que se edificó CHILE.

JMF: En su momento se habló de grupos chavistas venezolanos detrás de la violencia callejera, ¿es verdad esto?

JCA: Eso es efectivo.

JMF: Y, ¿en Chile se acepta esto? Es una injerencia extranjera…

JCA: Lamentablemente, estemos en una situación compleja, en la que el estado de derecho, está en entredicho, por la falta de funcionamiento adecuado de las instituciones.

JMF: ¿Hablas de Instituciones chilenas?

JCA: Así es.

JMF: ¿Qué Instituciones os fallan?

JCA: El principio de autoridad delegado al presidente de la República. El atropello a la Constitución por parte del Congreso. La inoperancia de la justiciera para condenar de manera efectiva a quienes atengan contra orden público y la paz social.

JMF: ¿Sois objetivo del Grupo de Puebla o por lo que dices el gobierno de centro derecha ya se ‘marca’ solo?

JCA: Con relación al grupo de Puebla, no cabe duda ninguna que CHILE es un objetivo, como la región en general. Pero además el gobierno de turno lo que ha hecho es gobernar con las ideas de la izquierda. Así , se puede decir que se “marca solo”.

JMF: ¿Hay sociedad civil en Chile para combatir ideológicamente al Grupo de Puebla?

JCA: Diría que recién se estén comenzando generar nuevos actores de la sociedad civil, lo que todavía es una promesa.

JMF: Ánimo entonces Juan Carlos, supongo que tú formas parte de esos actores. Un abrazo y seguimos en contacto ara estar alerta.

JCA: Un abrazo agradecido Josep. Muchas Gracias!


Un comentario en «Juan Carlos Aguilera: ‘Chile es objetivo del Grupo de Puebla’»

  1. El marxismo violento suele mostrarse cuando el cultural que debilita la sociedad falla y en muchos casos van juntos, de esa manera se consigue que la gente crea que toda la sociedad quiere hacer el cambio que solo interesa a los marxistas-comunistas y que además, jamás se hace según dicen que se hará, una vez abierto el melón introducen el veneno y revientan el cuerpo político y social, quedándose con el santo y la limosna.
    Chile era uno de los países mas estables del cono sur, a pesar de que el marxismo cultural se había apropiado del régimen este aguantaba y las dentelladas que desde el propio poder se daban a las instituciones no servían para derribar el regimen, consecuencia, llega la violencia y esta, junto al vendido poder político apañan una salida que convenga a los que desean destruir el régimen y ya esta, asunto concluido.
    Contra la agitacion y la propaganda marxista no hay leyes que valgan, ellos utilizan las que hay para destruir desde dentro el régimen, trasformando la democracia en un regimen «popular» que siente las bases del cambio de sistema, de manera que la democracia se transforma en comunismo sin apenas sobresaltos, y si la cosa no se desliza a conveniencia del comunismo, empiezan las violencias de la mano de los agitadores profesionales que hacen creer que el pueblo llano, la gente, es la que piden cambios y que al no dárselos, se rebelan.
    Toda esta agitación y propaganda es más antigua que el palmar del Puerto, sin embargo generación tras generación se muestra eficaz y vez tras vez se utiliza para dominar países y sociedades.
    Si los chilenos o los españoles creen que van a parar esta destrucción de la democracia agitando al aire leyes y normas es que no han entendido que es lo que tienen enfrente y para cuando venga el primer lamento…sera el ultimo

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