En todas partes cuecen habas y suelen ser las mismas. Esta puñetera realidad suele dejar con el culo al aire a todo aquel que pretende jugar al fútbol con algo distinto que no sean los pies. El juego de la política se realiza entre partidos, no entre asociaciones de vecinos, ni casas regionales, ni movimientos anti taurinos. Regenerar la política no es volver al Movimiento Nacional, es democratizar en serio los partidos, tal y como recoge nuestra propia Constitución. Al fútbol se juega con los pies, mejor o peor, pero con los pies.
Las nuevas formaciones políticas en España, Ciudadanos y Podemos, parecían pretender jugar a futbol con las manos y ya se están dando cuenta que eso es falta. La corrupción aparece en todos lados y la limpieza de una organización está en no fomentarla, perseguirla y extirparla. Hay que reconocer que C’s ha sido rápido y claro en el caso Eva Borox, antes de ser imputada ya ha dejado el acta de diputada. Podemos, movimiento ciudadano más asambleario que vertical, ahora ya es partido político y debe organizarse como tal; ¿es democratizar la política purgar a dedo del amo al disidente?
No entiendo nada. La sociedad española ha prestado muchísimos votos a C’S y Podemos pensando que son distintos a los que nos han tomado tantos años el pelo. ¿Se dan cuenta que cuando la esperanza se derrumba, cuando envejece lo nuevo, el desánimo se vuelve irreversible? ¿Alguien me lo explica?









