El hecho es doble, nunca mejor dicho, de una parte está la famosa historia bíblica del juicio de Salomón. Dos madres discutían sobre de quién era el hijo y el rey sabio, como buen político aunque en este caso inteligente, optó por partir el niño por la mitad. Entonces, una de las damas se delató al pronunciar la famosa frase «corta Salomón que no es mio el niño». No dijo esto, este frase es apócrifa pero tiene más gracia que la original.

El otro hecho es la clonación de empresarios que ha tenido lugar en Cataluña y que se ha desvelado hoy. Dos de los hermanos Pujol-Ferrusola tienen dobles o más. Hay varios Jordi Pujol Ferrusola y hay varios Josep Pujol Ferrusola y, según se han chivado los auténticos hijos del ‘Molt Honorable,’ sus clones son catalanes, muy muy ricos y tienen dinero en Suiza.

Volvamos a Salomón y aprendamos de él. Fácil. Se hace una convocatoria pública de Joseps y Jordis Pujol-Ferrusola en Suiza y un Salomón cualquiera -no tiene que inventar nada- divide los depósitos según el número de clones presentes, tema resuelto: viva la Biblia.

El hecho es que ayer, desde CiU y ERC, se envió a los partidos que pueden darle apoyo, todos menos el PP y Ciutadans, el borrador de una propuesta de resolución «de aprobación de la Declaración de Soberanía del Pueblo Catalán«. Al tratarse de un borrador este texto deberá consensuarse y, por lo tanto, no es definitivo, aunque presupongo sufrirá muy pocas modificaciones.
Prefiero que os leáis el original (http://ep00.epimg.net/descargables/2013/01/10/3620d0768a6e00f2b28c697276a2f598.pdf) y añadir muy pocos comentarios dado que el tema tiene enjundia, traerá cola durante días y vale la pena reposarlo durante un fin de semana. Os agradeceré aportaciones, no solo del análisis sobre que supondría su aprobación el día 23 por parte del parlamento catalán, sino y especialmente acerca de qué debe hacer el ejecutivo central frente a este paso, a todas luces cualitativo, en el objetivo de convertir a Cataluña en un Estado Independiente dentro de la Unión Europea
Si siempre agradezco y aprendo de vuestras aportaciones, esta vez os las imploro. Es evidente que el texto choca frontalmente con la Constitución, en eso no hay duda, pero no parece un delito el proponerlo y, probablemente, ni siquiera el aprobarlo. Pienso que coincidiremos todos en que el Estado, a través del gobierno actual, no puede mirar hacia otro lado y debe responder de algún modo: ¿como?

El hecho es una suma de alertas. En 2011 el PSOE presentó una propuesta que no se llegó a concretar en el sentido de restringir al máximo la posibilidad de la ‘acusación popular’ con el objetivo de dejar en las exclusivas manos de la fiscalía la acción acusatoria. El nuevo ministro de justicia, señor Gallardón, que pregonó desde la misma semana de su nombramiento su interés por despolitizar la justicia, maneja un borrador en el mismo sentido de reducir al máximo este derecho constitucional de la acción popular (art. 125). Bajo la hipócrita excusa de que partidos y entidades afines no intervengan en la justicia pretende, en la práctica, suprimir este derecho,

Si a este hecho le sumamos lo ocurrido hace dos días en Cataluña, donde el fiscal llegó a un pacto con los acusados, véase el caso ‘Pallarols’ que afecta a la financiación irregular de Unió, y sabiendo que la fiscalía depende orgánicamente del Fiscal General del Estado y este es nombrado por los gobiernos, tenemos ya un signo claro de peligro. Por si no bastara, añadiré que el estatuto fiscal no prevé el delito de prevaricación. Con estos mimbres entenderemos que aprobar esta medida supondría dejar la acusación, de hecho y de derecho, en última instancia en manos del gobierno de turno.

Depredación política. Ya no solo la independencia es teórica, sino que la dependencia de la justicia con respecto al poder ejecutivo estaría blindada legalmente. No he oído peor noticia en años. Esta situación y la democracia serían simplemente conceptos contradictorios y el totalitarismo tendría en España base jurídica. La única defensa es la constitucionalidad de la citada ‘acción popular’, pero dada la experiencia del respeto a la Constitución de nuestra clase política, solo me cabe implorar a que nos defendamos de esta estocada definitiva al estado de derecho, con todas las armas que la propia democracia nos permite.

Los hechos son aún turbios. Miguel Ángel Villanueva, vicealcalde de Madrid, hoy ha dimitido (o ha sido dimitido, ¿quién sabe?) Los motivos son turbios y costará que se sepan. De hecho probablemente ha dimitido para que se sepan lo menos posible. La noche de Madrid debe de ser lo más parecido a un gran tugurio con complicidades vergonzosas.

Dentro de la barra libre que para algún personaje, le llaman empresario, ha supuesto la legislación de los negocios nocturnos, los astros confluieron en un cúmulo de desastres en el Madrid Arena que supuso la pérdida de cinco vidas humanas. A partir de ahí, el susodicho vice intentó desviar la atención y justificar al empresario pero la verdad es dura y el cúmulo de irregularidades demasiado manifiesto.

Hoy se va uno, ha tardado días la alcaldesa en mandarlo hacia su casa pero, no le negaré el hecho, al final ha empezado una limpieza que, si la ejecuta, hará de ella no una gran alcaldesa, eso lo tiene complicado, pero sí al menos una política con cuajo.

El hecho es que la semana pasada se públicó el barómetro del CIS del mes de diciembre y no tiene desperdicio, Me llama la atención que el 76% de los encuestados ve la situación política de España entre mala y muy mala, que el 89,5% la ve igual o peor que hace un año y que el 79,3% piense que dentro de un año será igual o peor. Al mismo tiempo se constata que ‘los políticos en general, los partidos y la política‘ siguen siendo la tercera preocupación de los españoles y, lo que es peor, que el 49,5 piensa que dentro de 5 años la corrupción política habrá aumentado.

Con estos datos de lo que piensan los españoles, la viñeta que ilustra el post es perfectamente real y, tristemente, lo único que indica es que, a pesar de que no todos los políticos son iguales y que presumiblemente la mayoría son honrados, entre todos han conseguido que creamos lo contrario.

No queda otra que la propia clase política eche a los garbanzos negros y se deje de privilegios, prebendas y cholletes para que les podamos valorar sin prejuicios.

Urge adelgazar la administración y, urge también, retirar sus manos de tantos y tantos lugares donde nunca deberían haberlas metido: justicia, deporte, organizaciones profesionales y demás manifestaciones de la sociedad civil.

El tiempo se acaba y los ciudadanos piensan y temen lo peor: lo que se ve en la viñeta y, que esto, vaya a más.

El hecho es que la Asociación Democracia Real Ya (DRY) ha presentado este viernes una querella en el Tribunal Supremo contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, contra los ministros de Empleo, Fátima Báñez; de Interior, Jorge Fernández Díaz; de Hacienda, Cristóbal Montoro; y de Fomento, Ana Pastor; así como contra 58 diputados, a los que acusa de los delitos de malversación de fondos públicos y apropiación indebida por cobrar del Congreso dietas destinadas al alojamiento «a pesar de disponer de vivienda habitual en Madrid».

La realidad es que un diputado que haya sido elegido por Madrid cobra, en concepto de dietas 870 €. En el caso de no haber sido elegido por Madrid y dado que se le supone una gasto extra al tener su vivienda habitual en la provincia por la que se presentó, se le añaden a esta dieta 950 € y por tanto percibe en total por este concepto 1.823 euros. Lo llamativo es que algunos diputados si bien se han presentado por una provincia distinta a Madrid, viven habitualmente en ella y, por tanto, lo normal es que no percibieran ningún extra al no vivir fuera. Se da el caso, más lacerante sin duda, que algunos diputados por pertenecer al ejecutivo pueden disponer de una vivienda suministrada por el Estado, véase el caso del Señor Rajoy y el pisito que el Estado le costea llamado Moncloa, y siguen cobrando las dietas de alojamiento.

Esta tomadura de pelo lleva coleando por la prensa desde hace días y, que yo sepa, ningún diputado ha renunciado a nada. Entiendo entonces que alguien se querelle porque la verdad es que clama al cielo. Tiene sus bemoles que estos personajes tan preocupados por sacarnos de la crisis y recortarnos todo lo que se le ocurre, según ellos siempre haciendo un enorme esfuerzo, no hayan caído en la cuenta, a pesar de múltiples avisos, de que su comportamiento era infumable. Pobrecitos son vagabundos de lujo con ipad , también regalado por cierto. ¿No os dan pena?

El hecho es simple, los distintos gobiernos americanos han gastado más de la cuenta. George Bush se pasó y Obama, modelo socialdemócrata yanqui, multiplicó por tres cada año las pasadas de Busch; eso hizo que la administración demócrata el día 31 de julio de 2011 estuviera al borde de la quiebra. Para evitarla tuvo que negociar con los republicanos que el 1 de enero de 2013, por ley, EEUU tendría que recortar algo parecido al 5% de su presupuesto, como de hecho ha hecho la administración Rajoy en España, a base de bajar gasto público y suprimir exenciones fiscales que estaban vigentes desde la época Bush. A esto se le ha llamado abismo fiscal (fiscal cliff).

La única opción de evitar esto, que para todo el mundo suponía un cataclismo, era negociar entre demócratas y republicanos una nueva propuesta. Lo curioso y lo que yo, pobre de mí, no entiendo es que todos, casi todos mejor, los economistas,  sabios, políticos y poderosos consideraban esto la debacle mundial porque traería la recesión a USA y con ella a todo el orbe y, en cambio, en Europa los mismos genios y mandamases lo ven como la receta mágica y, en España, nos la han hecho aplicar por bemoles. O sea, aquí es el remedio, allí la enfermedad, me rindo.

No hablo del calendario chino, sino del Español. El 2013 sera el año del pollo y para el que pueda. Basta con ver la cantidad de cosas que van a subir de precio, basta restar la bajada de sueldos y de la ecuación se deduce: pollo para comer los domingos y los días laborables ya veremos igual solo las patatas.

Me duele pensar que si los que nos mandan hubieran despertado a tiempo, igual ya habríamos salido de la crisis y sobre todo ya empezaríamos a tener menos parados. Hace falta estómago para ver la que han liado y no pedir perdón.

Me duele pensar que si en vez de crujirnos, este gobierno hubiera cogido el toro por los cuernos adelgazando el estado y conteniendo los impuestos a los ciudadanos, ahora estaríamos mucho mejor.

Me duele ver la insensibilidad de casi, por ser generoso, todos los políticos de aquí y de allí para tratarnos como números y simplemente buscar que cuadren unas gélidas cuentas sin atender a ninguna razón. ¿No se dan cuenta que el capitán salta el último del barco y en el combate cabalga el primero?

Será el año del pollo para comer y, si no se ponen las pilas, también del pollo en el sentido de follón. Si nada cambia, llegará un momento que muchos no podrán más y eso no solo duele sino que espolea a buscarse la vida a la desesperada.

Feliz año. Nadie nos dará nada pero al menos que no nos quiten la cordura y el ánimo de luchar; si ellos no pueden, no saben o no se atreven que por nosotros, por cada uno de nosotros, no quede: a andar se aprende andando, ¿te vienes?

Empiezo a pensar que para los currantes ya seamos los de corbata o los del mono, los autónomos, los por cuenta ajena o los funcionarios de la administración pública hoy es nuestra fiesta. No somos santos porque no nos han matado, se limitan a sacarnos las entrañas y a hacernos trabajar de por vida como burros culpabilizándonos, manda huevos, de la crisis o al menos de gran parte de ella.
No somos santos, somos inocentes y probablemente tontolabas a la vez. Sin comerlo ni beberlo los banqueros, culpables casi todos, exigen nuestra ayuda y los políticos, culpables muchos de ellos por cooperadores necesarios, nos obligan a ello.

¿Qué he hecho yo para que viniera la crisis? Estudiar una carrera, trabajar, pagar impuestos, comprar una casa, crear una familia, votar cada equis años… ¿Qué has hecho tú?
¿Qué han hecho ellos, los banqueros? Tomarnos el pelo, invertir en malos productos, trabajar mal, perder dinero y mucho de ellos llevárselo crudo.
¿Qué han hecho ellos, los políticos? Administrar mal, negar la crisis, colocar a sus amigos, decidir sus sueldos, vivir a nuestra costa, defender su status, apretarnos las clavijas, hacernos sentir culpables y, lo que es peor, hacernos pagar la crisis. Somos inocentes y nos hacen tontolabas.

¿Cómo reaccionar? No se me ocurre una manera más civilizada que denunciar, protestar y gritar y seguir denunciando y… pagar la crisis.
Es necesario que paguen los realmente culpables, que los banqueros y políticos que actuaron mal se inhabiliten y, los que además actuaron contra ley sean juzgados. Es necesario que los estados y su administración se queden en lo mínimo, que no se metan en todas partes, que nos dejen respirar libres.
Celebremos hoy nuestra onomástica y pensemos qué podemos o qué debemos hacer. Así yo ya no juego. Tú, ¿qué piensas, qué sugieres?