El hecho, después de seguir la información sobre el espionaje en Cataluña, es que en el ‘oasis’ todos se espían.  Los partidos catalanes han aceptado como propia la costumbre inaugurada por Narcis Serra en su época de Vicepresidente que consistía en espiar, aleatoriamente faltaría más, a todo aquel que le interesaba espiar, empezando por el Rey. Ingenuo de mí, pensé que íbamos a mejor y que había costumbres ya superadas. Supongo que este tema irá a más: hoy ya sabemos que son más de quinientas las personas espiadas en esta red y se nos sugiere que hay otra red algo más espinosa estilo Salon Kitti.

Si supiera escribir concebiría una novela en la que en un curioso país muchos niños se preparan para vivir del cuento. Les entrenan a ser dóciles al jefe, implacables con el compañero, vacíos de ideología, avezados en el teatro, simpáticos, buenos vendedores, sin escrúpulos y, esto es lo más básico, altamente discretos. Su lema: ‘haz lo que tengas que hacer pero que nadie lo sepa’. ¿Adivinas para que profesión saldrían preparados?