Del faisán al pollo

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Menudo pollo se ha montado con la vista del recurso de casación, presentado por los condenados y las acusaciones particulares, del llamado caso ‘Faisán’. La Audiencia Nacional condenó a José María Ballesteros, inspector de policía y a Enrique Pamies, entonces jefe superior de policía en el País Vasco, a un año y medio de prisión y cuatro de inhabilitación para cargo público por un delito de revelación de secretos. Si bien entonces el fiscal del caso había solicitado condena  también por colaboración con banda armada por orden expresa del Fiscal General de Estado, en la vista del recurso en el Tribunal Supremo la fiscalía ha rectificado y expresamente habla de que no hubo colaboración con ETA.

Mientras el inspector Ballesteros daba un paso al frente y reconocía abiertamente que fue él quien entrego el móvil en el bar Faisán “cumpliendo órdenes de su superior” y sin conocer que estaba participando en un soplo a la banda, el fiscal da un paso atrás y les exonera del delito por el que antes les acusaba. Cosas que pasan.

No entiendo nada. El PP que cuando estaba en la oposición hizo ‘casus belli’ del chivatazo y de la responsabilidad de Rubalcaba, ¿por qué ahora le resta toda importancia? ¿Lo que es delito en un momento sin que cambie la ley pasa a ser nada en otro?  Si el fiscal imputaba un delito por orden del Fiscal General, ¿hay que deducir que si ahora lo justifica es que el Fiscal General ha cambiado de criterio y con él el Gobierno? Rubalcaba cuando gobernaba Zapatero era la pieza a batir, ¿es ahora la pieza a conservar para mantener débil pero vivo al PSOE? ¿Alguien me lo explica?

Cabe marear la perdiz

e3fec46e366d5b84fe099fe517c109d0El Tribunal  Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo acaba de rechazar el recurso del Gobierno español sobre la aplicación de la llamada doctrina Parot en el caso de la etarra Inés del Río, y reclama su excarcelación por considerar que se le deben aplicar los criterios legales más favorables en los mecanismos de reducción de penas  y confirma la condena a España a pagar 30.000 euros por daños morales más 1.500 euros de costas. ¿Cornudos y apaleados?

A corto plazo caben tres opciones: Nada, dilatar y todo.

No hacer ni caso. Se toma nota, se pagan las costas y a otra cosa mariposa.

Marear la perdiz. Legalmente es la Audiencia la que tiene que actuar y no puede ni debe contradecir al Tribunal Constitucional español, con lo cual se abre un proceso jurídico de idas y venidas  lo más lento y eso, como mínimo, dilata la ejecución de lo dictado por Estrasburgo.

Aplicar la sentencia. Con la excusa de Estrasburgo se procede a  la excarcelación paulatina de esos asesinos condenados tal y como parece está pactado con ellos. El tribunal le habrá echado una mano al Gobierno que, hasta en esto, sería vergonzante con lo pactado por la ETA con ZP.

Lo más probable es que se siga la hoja de ruta de la negociación de Zapatero y se proceda con el presos al país vasco como paso intermedio de presos a la calle. La soberanía jurídica española y, sobre todo, la justicia con las víctimas del terrorismo etarra serían, una vez más, un simple daño colateral. ¡Vaya vergüenza!

El faisán voló

 

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He dudado hasta última hora si comentar la sentencia del caso faisán o recordar mi inocente infancia y gritar: mamá, caca. Sin desistir de lo último y excluyendo a mi mama, que está a seiscientos kilómetros  cerca de Barcelona y ya sufre lo suyo, el grito fecal me perece de lo más apropiado. Qué es sino una boñiga semejante bodrio de sentencia. Y que conste que respeto a los jueces y, si me afectara, acataría la sentencia, frase de manual de  todo político que quiere escurrir el bulto cuando le preguntan acerca de un procedimiento judicial, pero de ahí a comer heces va el infinito.

Me dicen próceres juristas que no debo confundir «justicia» con «derecho» y así es. Los tribunales aplican el derecho y alguna vez dan con la justicia. Estoy de acuerdo, aunque mi duda transita por otros derroteros: ¿El derecho va sobre los hechos o sobre las intenciones? ¿El derecho juzga los deseos? ¿Si tengo buena intención puedo actuar mal a sabiendas? ¿Si busco el bien social puedo cargarme a cualquier mal bicho? Podemos vestir la argumentación como nos dé la gana, de hecho el refranero lo sentenció hace muchísimos años: ‘quien te quiere te hará llorar’, y por tanto añado yo: toma cuchilladas para que te vuelvas bueno. Probablemente la síntesis de la sentencia es que la Audiencia Nacional eleva a criterio jurídico que el fin justifica los medios. Vaya salvajada.

Los hechos del faisán los conocemos todos. Ahora la sentencia da por probado que existió un chivatazo para no interferir el proceso de negociación con ETA y se queda tan pancho. Es alucinante, reconocen un delito que nadie reconocía, pero no condenan a los presuntos por la parte sustancial del delito. En fin, ellos sabrán, ahora empieza el show de los recursos, marear la perdiz -faisán en este caso-, y años y más años hasta el olvido. Mientras el Estado habrá digerido otro excremento más y ya van tantos que sufro con razón por su aparato digestivo. Nosotros, los ciudadanos de a pie, seguiremos pensando, cada vez con más hechos probados, que la política manda en la justicia.

Presuntos implicados

29fe5cb2790d06c778d6712866f18f04El hecho es que la fiscalía anticorrupción pide al Juez Ruz que cite a declarar en calidad de testigo a la Presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en el caso de los papeles de Bárcenas para que explique el procedimiento de recepción de las donaciones anónimas percibidas por el partido. Al tiempo y en el mismo escrito el fiscal, Antonio Romeral, descarta que declaren en la Audiencia Nacional los anteriores secretario generales del PP: Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos. Cómo mínimo es curioso. La letra pequeña, la que no se lee, aclara que la propuesta de declaración afecta a la secretaria general o al ‘representante legal’  y eso ya es otra cosa.

Me da que ahora mismo Maria Dolores de Cospedal es otra pieza importante a tumbar. Tengo la sensación de que Bárcenas dispara a dos objetivos y uno de ellos y muy especial para él es la secretaria general, probablemente porque no se olvida que ella tuvo mucho que ver con su pérdida de peso en Génova. Es un ataque personal tal y como se desprende de la acusación concreta y nominal sobre las comisiones relacionadas con las basuras y el Ayuntamiento de Toledo que hemos conocido a través de Pedro J. La reacción de Cospedal hasta ahora en lo personal ha sido clara: querellas. Cuando te acusan de algo y no es verdad la querella es la clave, cuando te acusan de algo y es verdad tienes un grave problema. ¿Cuántas querellas conocemos de los presuntos implicados del PP?

La medida no importa

ab97a784c65148375abf8d7fa7e10402El hecho es que hoy se ha publicado en diversos medios de comunicación que el gobierno, a través primero del Ministerio de Justicia y según otras fuentes del Ministerio del Interior, iba a prohibir los escraches, los acosos y demás, a partir de la distancia de trescientos metros. A medida que avanzaba la mañana se producían declaraciones de responsables de interior y de justicia que abundaban en la misma línea pero sin especificar la medida.

La verdad es que no acierto a ver la protección policial de los posibles afectados, todo cargos políticos del PP, contando los pasos o con un metro para buscar la distancia salvadora. Intuyo al igual que en las faltas con barrera, profundas y acaloradas discusiones sobre el punto exacto dada la curiosamente poca objetividad de las medidas métricas.

Dejándonos de cachondeo, yo interpreto como ocurrencia esta última genialidad de nuestras autoridades. Es evidente que la coacción y la intimidación a nuestros representantes democráticos, por muy de derechas que sean, es lisa y llanamente un delito y por tanto no es cuestión de metros sino del contenido de la acción. Recientemente una sentencia de la Audiencia Nacional y, hoy mismo, unas declaración del propio Gallardón, ministro del justicia, dejaban bien claro que este tipo de acciones atentatorias están perfectamente contempladas en nuestro código penal y, por tanto exigen sin más la acción de la fiscalía y la actuación de las fuerzas de seguridad. Manifestarse es una cosa y esta perfectamente regulada, intimidar y coaccionar a un diputado es un delito.

Duelo de togas

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El hecho es de lo más conocido, dada la alta velocidad de la justicia en España y la falta de casos -somos un país de los más ejemplar- dos jueces de instrucción llevan ya casi un mes peleándose por la misma causa.

Primero fue el Juez Ruz, instructor del caso Gürtel, el que abrió como pieza separada la instrucción del caso Bárcenas. Poco después y a raíz de una denuncia interpuesta por Izquierda Unida el Juez Gómez Bermúdez se apuntó al carro abriendo una instrucción sobre los papeles de Bárcenas. A partir de ahí, Ruz ha acelerado el procedimiento y Gómez Bermúdez ha citado a todo bicho viviente y le ha dedicado unas lindezas al que es su compañero en la Audiencia Nacional.

El duelo, al que algunos han llamado sainete y otros muchos esperpento, parece que toca a su fin. Después del fuego cruzado de escritos y declaraciones y del hecho kafkiano de haber citado ambos jueces a Bárcenas el mismo día, Gómez Bermudez instó ayer tarde conflicto de competencias a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. A partir de ahí, la Sala resolverá, oídas las partes, y cuestión resuelta, solo habremos estado mareando la perdiz un mes.

Lo curioso del caso es que los entornos del PSOE prefieren abiertamente que sea Gómez Bermúdez el que se lleve el gato al agua, mientras que por contra los ambientes de PP suplican por Ruz. Ya tenemos otra vez la política en la justicia. Me alegra visualizar el celo profesional de tan ilustres magistrados que no han dudado en hacer el ridículo, sin duda, en aras de agilizar la justicia y de limpiar la podredumbre que asola al país. Ya sé que algunas mentes retorcidas ven en la intromisión de Bermúdez una intención más que nada mediática y de poner al PP tieso, pero no siempre la realidad es lo que parece, a veces es mucho peor.