Duelo de togas

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El hecho es de lo más conocido, dada la alta velocidad de la justicia en España y la falta de casos -somos un país de los más ejemplar- dos jueces de instrucción llevan ya casi un mes peleándose por la misma causa.

Primero fue el Juez Ruz, instructor del caso Gürtel, el que abrió como pieza separada la instrucción del caso Bárcenas. Poco después y a raíz de una denuncia interpuesta por Izquierda Unida el Juez Gómez Bermúdez se apuntó al carro abriendo una instrucción sobre los papeles de Bárcenas. A partir de ahí, Ruz ha acelerado el procedimiento y Gómez Bermúdez ha citado a todo bicho viviente y le ha dedicado unas lindezas al que es su compañero en la Audiencia Nacional.

El duelo, al que algunos han llamado sainete y otros muchos esperpento, parece que toca a su fin. Después del fuego cruzado de escritos y declaraciones y del hecho kafkiano de haber citado ambos jueces a Bárcenas el mismo día, Gómez Bermudez instó ayer tarde conflicto de competencias a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional. A partir de ahí, la Sala resolverá, oídas las partes, y cuestión resuelta, solo habremos estado mareando la perdiz un mes.

Lo curioso del caso es que los entornos del PSOE prefieren abiertamente que sea Gómez Bermúdez el que se lleve el gato al agua, mientras que por contra los ambientes de PP suplican por Ruz. Ya tenemos otra vez la política en la justicia. Me alegra visualizar el celo profesional de tan ilustres magistrados que no han dudado en hacer el ridículo, sin duda, en aras de agilizar la justicia y de limpiar la podredumbre que asola al país. Ya sé que algunas mentes retorcidas ven en la intromisión de Bermúdez una intención más que nada mediática y de poner al PP tieso, pero no siempre la realidad es lo que parece, a veces es mucho peor.