Duelo de titanes

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Semana de Champions, Madrid y Barça estrenan temporada europea y sus dos jugadores franquicia van de récord. Si el martes Cristiano marco tres golazos, Messi el miércoles, no se si justo por eso, se estrenó con una espectacular tripleta. Prueba evidente para mi mentalidad liberal de que la competencia va bien y estimula. Esto que es predicable a los dos astros futbolísticos, es perfectamente aplicable a un sinfín de cuestiones, entre las que destacaría los proyectos ahora en entredicho de las ‘Spain’ Vegas. Cuando los promotores de Eurovegas optaron por la Comunidad de Madrid faltó tiempo para que desde Catalunya se promocionara una alternativa, pura competencia, que se bautizó como Barcelona World. La realidad es que, hoy por hoy y por motivos bien distintos, estas dos grandes inversiones nada despreciables corren peligro real.

Según Xavier Adsera, presidente de Barcelona World, el proyecto peligra por los planeamientos políticos de independencia, para los inversores fuera de la UE no hay proyecto posible. El caso de Madrid parece distinto, si bien la Comunidad de Madrid consciente del interés económico del proyecto ha hecho todo lo posible para dar facilidades se topa ahora con dos graves problemas. Uno que depende del Gobierno Central y de su compromiso, electoral por otra parte, de reformar la ley anti-fumador y el otro la posible falta de inversores que apoyen al promotor del proyecto.

Que la Generalitat de Catalunya, por mor de sus delirios independentistas, deje caer un proyecto de esas características no me extraña en absoluto, cosas peores pasarán si culminan el proceso secesionista. Más extraño es que por no sé que razones, impensable sería que fueran la desidia de Rajoy o un complejo de hacerse perdonar según que descuidos de la ministra Mato, el Gobierno Central este paralizando el proceso con el consiguiente peligro para la viabilidad del proyecto.

A mi el juego plin, pero soy de los que tiene claro de que España tiene su propio petroleo que son el sol, el clima y el carácter festivo de sus gentes y cualquiera de los dos proyectos casan perfectamente con estas características que, nos gusten o no, son el patrimonio natural con el que contamos. Todo lo que sea abrirnos turísticamente al mundo, aunque sea en cuestiones lúdicas, bienvenido sea y poner dificultades sobrevenidas son ínfulas propias del que no acepta su propio sino.