En el punto de mira

5b9647cd25dc999f843adfda2ba0f04dEl hecho es que la familia real española lleva una temporada yendo de desastre en desastre. Todo empezó con el ‘cese temporal de la convivencia matrimonial’ de la infanta Elena y Jaime de Marichalar para llegar a los escándalos de los últimos tiempos: Las hazañas del cuñado del Rey, Iñaki Urdangarín, el famoso viaje a Botsuana y, lo que a partir de él se hizo público de una tal Corina, han llevado al propio Rey, y sin duda a la institución, a un momento de especial turbulencia.

Hoy, sin ir más lejos, el periódico -ahora más monárquico- El Mundo ha publicado una encuesta, realizada por Sigma Dos, para darnos a conocer la valoración ciudadana de la corona española. Curiosamente los resultados mejoran lo que haría suponer la realidad del cabreo en la calle. Casi la mitad de españoles (46%) valoran entre bueno y muy bueno el reinado borbón.

De la encuesta y los porcentajes de partidarios de la abdicación, sobre un 55%, deduzco que los españoles siguen prefiriendo esta monarquía a una teórica república y, el hecho de que el heredero previsto, el príncipe Felipe, gane en popularidad me indica que aún no ha metido la pata ostentosamente. No deja de ser curioso que la mejor valorada de la casa real, a fecha de hoy, sea la más discreta, la Reina, seguida del príncipe y, el último, el Rey que aún así aprueba. Sin duda los españoles no están orgullosos del comportamiento real, ya que más del 82% piensan que es del todo necesario que la Monarquía recupere el prestigio, aunque muchos piensan que no lo logrará. La desimputación de la infanta no ayuda nada, al 81% no le ha gustado, y el axioma de todos iguales ante la ley les parece de risa.

Pocos errores más tolerará la ciudadanía de la monarquía. Los expertos hablan de un plan de mejoramiento de imagen por parte de la casa real, mala solución. Lo mejor no es esforzarse por mejorar la imagen, lo mejor es trabajar bien y eso, para el Rey y los suyos, es comprometerse con España y, lo que es más importante, con los españoles: sentir, sufrir, alegrarse y preocuparse con ellos y por ellos. Con esto basta.