No entiendo nada, por favor, ¿Qué alguien me lo explique?  Hace pocos días, no negaré que algo exultante, escribía una buena nueva: Algo se empezaba a mover en la cuestión educativa. Poco ha durado mi “delirio”. Desde el Congreso se han encargado de devolverme a la puñetera y cruda realidad.  El PP había presentado, pienso que siguiendo la estela del PP de Madrid y algunas de las ideas de la nueva ley de educación del Tripartito catalán, una modificación de la LOE en el sentido de otorgar consideración de autoridad pública a los maestros y profesores en el ejercicio de su función docente.

En el turno de defensa de la propuesta, el diputado popular Gómez Trinidad hacía un sosegado alegato de la situación de indefensión de nuestros docentes y pedía, consecuentemente, el voto favorable a los demás grupos. Pues bien, fuera de Rosa Díez, que una vez más hace gala de un sentido común y un sentido Político, con mayúsculas, el resto de grupos parlamentarios mandaron simple y llanamente a freír espárragos la propuesta. El argumento, no es nuevo; es el de siempre que alguien que no interesa, propone algo sensato. Se resume en: “tienes razón, pero no te la damos”, o lo que es lo mismo, lo importante no es lo que se dice –en este caso propone-, sino quien lo dice.

La mayoría de discursos del resto de portavoces van en la línea de aceptar el problema sin apoyar la solución, o porque del PP no se puede esperar nada bueno, o por que hay que profundizar más, o por  que lo haremos mejor pero más a delante. PALABRAS.

Si supieran lo hasta los bemoles que está el profesorado de las condiciones en que debe realizar su trabajo, probablemente hubieran dicho: adelante como primer gesto, pero nos comprometemos cuanto antes, ideologías aparte, a reunirnos con los colectivos de profesores para elaborar un texto legislativo de apoyo a la función docente. Como ven Educación no, ¿a quien le importa?, solo PALABRAS.