Junts pel no

La legalidad no es cuestión de número, aunque el tamaño de hecho al final si que importa. Por mucho que sean más los que aceptan que la democracia, los votos de la mayoría, está por encima del derecho, no es verdad pero, si son muchos o casi todos los que opinan así, lo decidirán y tendremos irremediablemente una nueva dictadura. Nadie tiene derecho a exigir que yo me suicide pero, si son todos o casi todos, igual no tengo más remedio que hacerlo. Después del desastre que supondrá el día 1 de octubre, haya o no referéndum o caricatura de ello, tendrá que haber elecciones y, si no queremos repetir el ciclo y reiniciar el bucle otra vez, no quedará más remedio que las gane una opción que busque una Catalunya tan autonomista como se quiera, pero nada secesionista. Hoy por hoy, a falta de saber como afectará electoralmente el final del procés, todas las encuestas dan por ganador de unos comicios a Esquerra que difícilmente puede gobernar una Catalunya no independentista.

No entiendo nada. De la misma manera que en las últimas autonómicas apareció ‘Junts pel si’, ¿no es ya la hora de que C’s, PSOE y PP se coaliguen en un ‘Junts pel no’ y lideren una Catalunya leal al proyecto de todos que es España? ¿Alguien me lo explica?

Si campaña para un no referéndum

En plena batería de medidas del Estado sobre el independentismo catalán, especialmente a través de la fiscalía, avisando y alertando de que la suspensión del referéndum por parte del Constitucional es una actuación que trae consecuencias, el gobierno en rebeldía de la Generalitat tensa la cuerda y se niega a informar semanalmente de la ejecución de sus gastos presupuestarios. Más chulo que un ocho, Junqueras, mandó una carta al Gobierno dando cuenta de su decisión y se quedo tan pancho. Según parece el gobierno central va a reaccionar ante este desplante y hoy, si no se aconeja, pasará a tomar el control directo de los gastos de la Comunidad. Veremos; de momento, y pese al elenco de suspensiones y prohibiciones, la Generalitat acaba de inaugurar a tutiplén, en una antigua plaza de toros -tiene su guasa-, la campaña para el referéndum no permitido.

No entiendo nada. Ayer, las cuatro grandes asociaciones de jueces españoles, fueron unánimes afirmando que la Generalitat, al desobedecer al Tribunal Constitucional, “pierde el carácter de autoridad”. ¿A qué esperan para rendirse? ¿Alguien me lo explica?

No son solo euros

A medida que avanza el procès y ante la inmediatez del 1 de octubre, voces calladas durante años empiezan a hacerse oír: gobierno, fiscalía, alcaldes… y ahora el mundo económico. La CEOE aplaude el despertar del Estado y la Asociación Empresarios de Catalunya, esos llevan hablando hace años, alerta de que la Catalunya de Puigdemont, Junqueras y Cía colapsaría económicamente: caería el PIB catalán, también el español, y el paro se elevaría a cotas nunca vistas. Sin duda es importante que el mundo económico hable y hable claro por aquello de que más vale una verdad que duela, que una mentira que ilusione; pero no olvidemos que las razones económicas no son las razones esenciales. Si económicamente la teórica independencia de Catalunya fuera un chollo para la economía española o para la catalana, la cuestión seguiría siendo un desafuero.

No entiendo nada. ¿No será que el bien jurídico a proteger, el meollo de la cuestión, no son los euros ni las montañas, sino la dignidad de todos y cada uno de los españoles cuya soberanía es inalienable? ¿Alguien me lo explica?

Reculando que es gerundio

Mucho se ha hablado de choque de trenes y de conflicto entre dos legalidades… Todo esto está muy bien hasta que el que conduce el tren de juguete ve llegar al Talgo real, y hasta que una legalidad lo es y la otra es, sin más, un cambalache.

La vía jurídica escogida por Rajoy, tan criticada como una manera de escurrir el bulto, avanza inexorable y algunos políticos, Colau de momento está entre ellos, y casi la totalidad de funcionarios, Mossos, interventores y secretarios municipales, no están dispuestos a acabar con su vida profesional por seguir la falsa legalidad de unos cuantos iluminados.

No entiendo nada. Tanto Puigdemont, como Junqueras y alguno más hablan de que queda tiempo para negociar, ¿están buscando una salida para recular a tiempo? ¿Alguien me lo explica?

Los otros catalanes

Nunca he hecho esto, pero vale la pena. No voy a escribir nada hoy, cedo mi palabra a este manifiesto ‘anónimo’ que corre por WhatsApp y que retrata muy bien a la mayoría de catalanes que, fruto de su catalanidad, son y siguen siendo así: tranquilos, tolerantes, trabajadores, pacíficos, discretos y amigos de nuestros amigos.

No entiendo nada. ¿Hemos de cambiar y convertirnos en lo que no somos para que nuestros gobernantes nos respeten? ¿Alguien me lo explica?

SOMOS LOS OTROS CATALANES. Los que no vamos a manifestaciones y nunca colocaremos ninguna bandera en el balcón. Somos tranquilos, tolerantes, trabajadores, pacíficos, discretos y amigos de nuestros amigos. Queremos tener salud, dinero, amor y trabajo, como todo el mundo. Creemos en la familia y en el esfuerzo personal y no en la donación y subvención para conseguir las cosas. Amamos la paz y la libertad, aborrecemos la corrupción, la violencia, el abuso de poder, la manipulación y la mentira.

Somos bilingües sin complejos, hacemos zapping sin problemas por todas las opciones, y ya no recordamos si la película de ayer la vimos en catalán o en castellano.

Nos gustan los deportes y animamos igualmente a Nadal, Ferrer, Alonso, al Barça, al Español y a la Selección, y nos da igual si el gol lo mete un catalán o un manchego, mientras ganemos la copa de Europa o el Mundial. Por respeto no pitamos el himno de España, ni ningún otro.

Estamos bastante hartos del ‘procés’ y del politiqueo en general por tanta mentira. Votamos al menos malo, o por descarte. Aborrecemos a quienes fomentan las fobias entre territorios, sean del color que sean, de aquí o de cualquier otro sitio para ganar cuatro votos, mantener la poltrona y seguir llevándoselo calentito a cuenta de todos.

No creemos que la independencia sea la solución a todos nuestros problemas: no somos tan ingenuos, más bien la política de confrontación y sus lideres son parte del problema. ¿Por qué está todo tan crispado? ¿No tendrían que trabajar todos para sacarnos de esta crisis, dejarse de historias y no confrontarnos unos contra otros? Creo que muchos pensamos así, pero no se nos ve ni se nos oye, somos LOS OTROS, y aunque saben que estamos nos ignoran por no pensar como ellos.

Tras el próximo fracaso del 1-O habrá ¡nuevas elecciones autonómicas! Informad a todos los que formamos parte de LOS OTROS, a vuestros conocidos, a los indecisos, a los que piensan que esto no va con ellos… que de nuestro voto depende que Catalunya siga siendo feudo de unos cuantos que basan su discurso en el odio a los demás pueblos de España, adoctrinando en las escuelas a nuestros niños y difundiendo propaganda y mentiras en TV3 y en los otros medios comprados con subvenciones pagadas con nuestro dinero. Exijamos que los constitucionalistas lo sean por encima de los intereses de sus partidos.

Vamos a demostrar a quienes lideran el ‘procés’ que en el mundo somos catalanes y españoles. Vamos a demostrarles que no nos hemos creído la vil mentira de que ‘Espanya ens roba’ cuando los únicos que nos han estado robando son ellos: nuestros recursos, nuestro dinero, nuestro orgullo y nuestra dignidad, intentando hacernos sentir inferiores y de segunda.

Vamos a decirle a ellos y al mundo que ya basta de muestras de odio, intransigencias y amenazas de sanciones para quien no colabora o piensa como ellos.

Vamos a frenar esta aventura que solo nos ha traído y traerá más pobreza económica e intelectual y más crisis a pesar de que nos prometan el paraíso.

Porque amamos Catalunya, porque amamos España, porque queremos seguir siendo europeos…

¡¡¡VIVA CATALUNYA!!!

Vivir del enfrentamiento

Nada hay más triste y estéril que tener que vivir siendo un parásito, vivir a costa de la vida de otro. Frente a la simbiosis, dos seres que se complementan, el parasitismo supone que los dos no caben en el mismo mundo. Me duele, y no sabés cuanto, constatar como la nueva Catalunya, la Catalunya de las España democrática salida de la Constitución del 78, fue tomada por algunos nacionalistas que cimentaron su crecimiento en el modelo parásito del enfrentamiento. Desde el himno y la fiesta, hasta el propio impulso a la lengua, se ha buscado en todo ello un trasfondo de enfrentamiento. El himno, ‘Els Segadors’, con un fuerte componente de violencia frente a otros, ‘La Santa Espina’ o ‘El cant del ocells’ o tantos otros, que animan a la propia afirmación sin la necesidad de ir contra otros. ‘La diada’, una derrota militar, frente al día de ‘Sant Jordi’; y un impulso del catalán basado en sustituir al castellano a través del eufemismo de ‘Llei de normalització lingüística’. Hoy, este planteamiento acomplejado gris y triste, quiere cimentar la nueva Catalunya, no en el arrastrar a España al siglo XXI, sino en enfrentarse a ella.

No entiendo nada. ¿Tan poco cree uno en si mismo que, para nacer y crecer, tiene que acabar con el otro? ¿Alguien me lo explica?

Dos días de locura

Cuando ayer, el Presidente del Gobierno Mariano Rajoy, en una comparescencia necesaria y tardia que valoro, dijo “Probablemente, nadie pudo imaginar jamás que asistiríamos a un espectáculo tan democráticamente deplorable como el vivido ayer en el Parlament”, yo sí me quede atónito. Si algo no se les puede reprochar a estos personajes, de otro mundo como son los independentistas, es no haber avisado. Cuando antes en los sanatorios de la mente, veías al Napoleón de turno, nunca iba vestido de Cleopatra. No sería Napoleón, a pesar de que el lo creyera, pero no engañaba a nadie; llevaba como es preceptivo su mano en el pecho, su casaca y su tricornio atravesado. Mentiroso no, loco quizás.

Intentar razonar con ellos, es del todo inútil. El corazón esta para amar y la cabeza para pensar; cuando se invierte esto, el dialogo es más que imposible. Si uno cree en serio que tiene derecho a decidir sobre cualquier cosa, ya la hemos liado. Este derecho, lisa y llanamente no existe. Puede existir el derecho a decidir sobre aquello que me afecta solo a mi y no a otros, pero nada más. ¿Puedo acaso decidir ser Napoleón?

No entiendo nada. El camino emprendido por los secesionistas catalanes, a pesar de los avisos de sus propios órganos consultivos y de las suspensiones del Tribunal Constitucional, va directo a liquidar sus propias instituciones. ¿Es racional este comportamiento? ¿Alguien me lo explica?

Autolisis de la autonomía catalana

Cualquiera que siguiera ayer el pleno del Parlament de Catalunya convendrá conmigo que algo grave pasaba. Una asamblea universitaria en la época de los ‘forrenta’ tenía más garantías democráticas que lo que sucedió en el Parque de la Ciudadela y mira que estaban manipuladas. Cambio sorpresivo aunque con guión previo del orden del dia, suicidio de los procedimientos de garantías democráticas votado por el propio pleno, la oposición, mayoritaria en votos aunque no en escaños, arrinconada al silencio, votaciones repetidas y, al final, con medio hemiciclo vacío se vota y aprueba una propuesta declarada ya ilegal por el tribunal Constitucional, y todo ello en nombre de Catalunya y de la democracia. Ante una sesión apañada y dirigida desde foros ajenos a la propia cámara se voto lo invotable y luego, el hombre de paja que gobierna en Catalunya, arropado por sus consellers, firma un decreto donde convoca un referéndum que sabe que no puede convocar y que no podrá llevarse a cabo.

No entiendo nada. La prensa ha bautizado la sesión de ayer de payasada, patochada, circo vergonzoso, suicidio colectivo, patada a la democracia y secuestro de Catalunya. Todo ello es verdad pero, ¿no es más grave haber devaluado las instituciones catalanas, Parlament, Presidencia y Consell Executiu en nombre de una muy mal entendida democracia? ¿Alguien me lo explica?

Que pague el que haya sido

Rajoy declaró no hace mucho, que frente a los desafíos del ‘próces’, pensaba actuar contra los políticos y no contra las instituciones; y ayer el Tribunal de Cuentas, órgano al que nuestra Constitución atribuye la fiscalización del sector público y el enjuiciamiento de la responsabilidad contable, exigió a cuatro políticos y a siete exaltos cargos de la Generalitat que presten fianza de los gastos ocasionados por el simulacro de referéndum del 9 de Noviembre que fueron cargados al erario público, que el Tribunal estima en 5,1 millones de euros. Si la consulta estaba prohibida por el Tribunal Constitucional y por tanto era un capricho de una serie de señores, es lógico que los caprichos y lujos se los pague cada uno de su bolsillo. Por fin el Estado aplica una vieja y eficaz máxima educativa: el que la hace la paga.

No entiendo nada. Es evidente que individualizar al culpable es más eficaz que el castigo colectivo. ¿Estaríamos donde estamos si este planteamiento se hubiera aplicado el primer día? ¿Alguien me lo explica?

Ley y política

Ayer volvió Pedro Sánchez a la palestra política y tomó cierta iniciativa. Tal y como había adelantado al principio del verano, asegura que el PSOE no dejará solo al gobierno. Es evidente que, hoy por hoy, sin el PSOE no hay solución a la cuestión catalana. Los dos partidos que han gobernado España, no pueden ir por libre en este tema. Tampoco se les puede pedir que propongan soluciones idénticas, pero si se les debe exigir que no transijan en todo aquello que sea estar con la legalidad vigente. Sánchez ha dicho que “fuera de la ley no hay nada, pero sólo con la ley no basta, hace falta la política. Sin la ley no hay salida; sin diálogo, tampoco”, y tiene toda la razón; para ello ha propuesto a Rajoy la creación de una comisión parlamentaria de diálogo para evaluación y modernización del Estado autonómico. Rajoy parece haber aceptado y ahora falta sumar al máximo de partidos en ello. Política sin duda, pero en el marco del cumplimiento de la ley.

No entiendo nada. Es evidente que Rajoy no pasará a la historia por su imaginación en propuestas sobre la cuestión del ‘próces’ pero, ¿qué diálogo cabe con los que, como única propuesta, presentan “referéndum o referéndum’? ¿Alguien me lo explica?