Hoy, dos de octubre

Hoy es dos de octubre y en teoría toca hacer balance de los que paso ayer. Difícil tarea sin duda porque seguramente paso de todo y lo importante, una vez más,  no es lo que ocurrió, sino lo que la propaganda dogmatice que fue lo ocurrido. Desgraciadamente el resumen que más oiremos será el de “represión frente a votos” si bien irán saliendo muchos más titulares: sí hubo referéndum, unos pusieron las porras y otros los votos, aplastante victoria del sí, enfrentamiento entre policías… Una vez más la realidad es bien clara y yo la resumiría así: El Gobierno de la Generalitat de Catalunya y su mayoría parlamentaria,  han hecho lo que han querido ante la incapacidad política del Estado que ha fiado todo a la vía judicial olvidando que tantos años de cesiones no se resuelven con una juez, una orden y una policía judicial que no te obedece. El ridículo del Estado, al que no se hizo caso, deja a España con el culo al aire y a los españoles, catalanes evidentemente incluidos, como pobres marionetas en manos de los intereses de impresentables políticos. Ayer no acabó nada, ayer empezó lo que, si nadie lo remedia, será nuestro suicidio. Los culpables principales, President de la Generalitat y Presidenta del Parlament, votan tan panchos, mientras los ciudadanos son reprimidos. La policía encargada de impedir la votación, los Moscos, compadreó jocosamente con los que no obedecen. La policía y la guardia civil actuó por impulsos de sus mandos actuado según el lugar y las horas. Ante este panorama, ¿vamos directos a una declaración unilateral de independencia y a la aplicación tardía del 155?

No entiendo nada. Ayer en Catalunya avanzó el independentismo pero, ¿no veis síntomas de que tanto en Catalunya como en España está apareciendo el Estado? ¿Alguien me lo explica?

Hispanofobia

Ha aparecido un video titulado “Hispanofobia” que, si bien se atribuye el PP, este rechaza su autoría. El lema del video es “no es democracia, es #Hispanofobia” y contiene una recopilación de frases, en absoluto sacadas de contexto, de personajes ligados al independentismo catalán dónde manifiestan su ‘fobia’ hacía España y a los españoles. La reacción, incluso dentro del propio PP, ha sido la de rechazar el video por ‘echar leña al fuego’; argumento que no dista mucho del tan manido de que oponerse al nacionalismo es la mejor manera de hacer nacionalistas, que es la excusa perfecta para no hacer nunca nada para desenmascarar aquellos comportamientos que a uno no comparte. No soy partidario del ‘ojo por ojo’ ni del ‘diente por diente’, pero tampoco lo soy de callar ante cualquier doctrina que considero erróneo o dañina o que pretenda cercenar, aunque que sea un ápice, mi libertad, pero aprendí desde pequeño a combatir las ideas respetando a las personas, receta que vivamente recomiendo. Que en el nacionalismo, secesionismo ahora, hay racismo, no me cabe ninguna duda; pero son comportamientos achacables a ciertos personajes y no predicables de todo un colectivo. Lo que el video, para nada inoportuno, desenmascara, es el pensamiento de ciertos personajes que denota un claro desprecio a colectivos. Que cada palo aguante su vela, si lo han dicho: lo han dicho.

No entiendo nada. ¿Por qué puñetas es echar leña al fuego dar a conocer lo que alguien públicamente ha dicho? ¿Alguien me lo explica?

‘A por ellos, oé’

Pretender que el comportamiento de los asistentes a unas eliminatorias futbolísticas sea como el de los espectadores del concierto de año nuevo de Viena, es del todo una quimera. Probablemente las emociones que ambos espectáculos despiertan no son las mismas y por tanto la respuesta comportamental de los asistentes, tampoco lo será. Eso no quita para que la educación, en su sentido más amplio, reconduzca la respuesta a estos estímulos y reprima la violencia, verbal o no, en las competiciones deportivas y desinhibida la frialdad, con algún ruido esporádico, en galas tan protocolarias como son los conciertos. Dicho de otra manera las manifestaciones de apoyo o de rechazo deben contextualizarse.

Todos hemos visto y oído estos días la salida de guardias civiles dirigiéndose a Catalunya entre vítores y aplausos de sus familiares y amigos. Ante el escándalo de algunos, Ministerio incluido, se han oído exclamaciones que se pusieron de moda y fueron muy aplaudidas cuando la selección española de fútbol conquistó eurocopas y mundial: a por ellos, oé. Nadie interpretó entonces que esto fuera un llamamiento a la violencia, ni a la guerra, ni nada de eso. Por mi manera de ser, ni son los vítores que me gustan, ni son los que yo usaría, pero a mi me recuerdan al fútbol y no a la guerra de Cuba. Aún menos diría yo la becerrada, más que grave sin duda, que ha espetado el Conseller de Interior de la Generalitat acusando a Policía y Guardia Civil de ir a Catalunya a desestabilizar la calle incitando a manifestaciones no pacíficas. Omitiré también el análisis de quienes realmente han sido estos ‘ellos’, sin el atenuante del ‘oé’, para los separatistas durante años en Catalunya…

No entiendo nada. Si algunos en Huelva gritan a la Guardia Civil ‘a por ellos, oé’, ¿no será por el trato de los independentistas a las fuerzas de seguridad estos días en Catalunya que ha sido de lo más repugnante? ¿Alguien me lo explica?

 

Junqueras, la demagogia bondadosa

Si bien hoy quería comentar la carta a The Times de Sir John H. Elliott, el más prestigioso de los hispanistas vivos, Cruz de Sant Jordi y Premio Príncipe de Asturias, donde al final recomienda, como única solución posible a la cuestión catalana y por ende a la española, “entablar un diálogo civilizado dentro de los confines de la ley”, unas declaraciones de Oriol Junqueras a una televisión privada han hecho que sin dudarlo cambie de tema. El bondadoso líder de Esquerra y Vicepresidente del Gobierno catalán, que parece no haber roto nunca un plato en su vida, decía: “nosotros estamos comprometidos con la democracia y con el derecho al voto de los ciudadanos” para añadir hablando del gobierno central que “es muy difícil estar comprometido con la democracia y decir que nos vas a dejar que los ciudadanos voten, es muy difícil imaginar una democracia donde se prohibía a la gente votar o donde se detengan a las personas, por cierto personas honradas, honestas trabajadoras, y que quien ordena estas detenciones son políticos de un partido que todo él está imputado o investigado por corrupción”. Es muy difícil hacer más demagogia en tan poco texto aunque se supera a si mismo cuando añade que “cada cual es responsable de lo que es responsable, nosotros de hacer el bien y de tomar las mejores decisiones al servicio de lo ciudadanos…”. Si entendemos por demagogia la estrategia utilizada para conseguir el poder político apelando a prejuicios, emociones, miedos, esperanzas y, como no, a las mentiras, ¿cómo se califica el texto de Junqueras? ¿Quién prohíbe votar a todos los españoles sobre su propia nación? ¿Detiene el gobierno o la justicia? ¿A quién se ha detenido que no se haya saltado la ley? ¿Qué tendrá que ver que en el PP haya corruptos, y muchos, con sus actuaciones legítimas como Gobierno? ¿Ellos, Junqueras y Puigdemont, hacen el bien saltándose ley, las decisiones de los tribunales y los procedimientos? Dios le ayude a volver a la cordura…

No entiendo nada. Leídas las declaraciones de Junqueras, ¿es legítimo para un dirigente político pervertir conceptos como democracia usando tanta demagogia? ¿Alguien me lo explica?

El caso ‘Trapero’

No soy tan superficial como para pensar que en una página se pueda analizar el problema catalán. Lo único que pretendo, en tan corto texto, es dejar alguna pregunta al aire de aquellas cosas que hacemos y no tienen ningún sentido positivo. El plan separatista tiene un diseño lejano y una implementación, pasito a pasito, que ha contado sin duda con la complicidad por miedo y/o complejo con la inacción de muchos. Los distintos Gobiernos de España, multitud de políticos en Catalunya, la prensa comprada por subvencionada, la iglesia catalana, la sociedad civil… La única ventaja de haber puesto fecha al ‘procés’ es el haber fijado la línea del precipicio. Ahora no vale escurrir el bulto, hacer el avestruz ya no va a ser posible. Es hora de despertar, de quitarse la careta. Se acaba la novela y llega el desenlace. El caso de Trapero es un buen ejemplo. Puede no ir a la reunión, gesto político de nadar y guardar la ropa, y mandar a un subordinado; pero al final, el cuerpo que el dirige, tendrá que actuar o con unos o con otros. El se encuentra entre dos aguas, fuegos más bien, y o dimite o decide. Su jefe político, el Conseller -el comisario de turno-, le empuja en un sentido, el fiscal, la autoridad ahora, le empuja en otro. Casi toda Catalunya esta igual y, como Trapero, tendrán que decidir. Llegó la hora. En Catalunya y fruto del procés hay miles de ‘traperos’, ¿qué harán?

No entiendo nada. ¿En virtud de que ‘sueño’ un dirigente puede puede dividir a una sociedad, colegas, vecinos y hasta familias, llevándola al precipicio? ¿Alguien me lo explica?

Iglesias, patada a Sánchez usando Catalunya

Lo de Pablo Iglesias el joven es de aurora boreal y no me refiero a comportamientos personales, que algo explican pero que no me interesan un pimiento, sino que solo hablo de sus planteamientos políticos. Hasta ahora tenía claro que su especialidad y la de muchas de sus huestes, quizás es más apropiado llamarlos comandos, era predicar y no dar trigo: Promover escraches y no tolerarlos, arremeter contra la corrupción y tener a muchos manchados por ella, apuntarse a la socialdemócracia buscando la fusión con Izquierda Unida, echar en cara al PSOE la abstención para que gobierne el PP cuando ellos no apoyaron la investidura de Sánchez, en fin, una tras otra, el Iglesias de Podemos y sus compañeros de filas, cacarean y nunca ponen huevos. Ayer y en su afán de cloquear y seguir arrinconado al PSOE, dos gallinas en un mismo gallinero no se llevan, montó una especie de parlamentillo paralelo en tierra maña. Esta asamblea ‘sui géneris’ de ‘cargos electos’ reunió a los diversos Podemos más PdeCAT, PNV, ERC y Compromis y elaboró lo que para ellos es el manifiesto, que no firmó Esquerra, que pondrá fin al conflicto.

No entiendo nada. El manifiesto de Zaragoza emplaza al Gobierno de España a cesar su política de excepcionalidad y represiva, olvidándose de los que han creado al conflicto. ¿Como pueden no reprochar nada de nada al gobierno de la Generalitat ni a los partidos catalanes independentistas? ¿Alguien me lo explica?

Síndrome de Estocolmo

Desde el Gobierno Central llegan mensajes abriendo una puerta a una solución negociada de la crisis catalana. Anna Gabriel, la diputada de la CUP defensora de la tribu y otras cuestiones menos estéticas, declaró ya antes del 11 de septiembre de este año, recién aprobadas las leyes secesionistas, y con el Gobierno de Rajoy en pleno despertar del un largo letargo de pasividad y ya tomando medidas, que: “esto es un pulso y esto va de quién aguanta un segundo más, y tenemos que aguantar nosotros”, y en esas estamos. No tengo ninguna duda de que el independentismo catalán seguirá, erre que erre, con su tensar la cuerda; sin duda tiene un plan que siguen a rajatabla usando, como ya hemos visto, cualquier medio, legal o no, aunque, al menos de momento, con la consigna de que no sean ellos los que crucen la linea roja de la violencia. Que nadie lo olvide: para ellos la ley no cuenta.

He oído recurrentemente un argumento sobre lo que debería ser la actuación del Estado: nada fuera de la ley, pero nada solo con la ley. El planteamiento no es malo, matizando una objeción de tiempos atendiendo al pensar de la propia Gabriel: primero restablecer la ley y el orden y luego, con los cabecillas que se han saltado la ley depuestos, ya hablaremos.

No entiendo nada. En plena escalada del conflicto y cuando aún no ha llegado el día 1, el gobierno abre la puerta a una negociación, que hasta ahora había negado, para parar el conflicto. ¿Tiene Rajoy síndrome de Estocolmo, empatía con el delincuente, o simplemente da el pulso por perdido? ¿Alguien me lo explica?

Santiago Vidal, contigo empezó todo

Lo que pasó ayer en Catalunya es gravísimo y muy excepcional. Me dieron ganas de llorar viendo a tanta gente en la calle oponiéndose a unos registros, con cara de pueblo oprimido, cuando simplemente se estaba registrando y deteniendo a unos servidores públicos que se estaban saltando la ley y de los que había indicios de que estaban usando recursos públicos para hacer lo que les da la gana. Cuanta manipulación, ¡Dios mio!

Si uno escucha lo que ayer dijo Puigdemont:”el Estado ha sobrepasado la línea roja que lo separaba de los gobiernos represivos”, afirmando además que se había suprimido de facto la autonomía catalana y se estaba aplicando un ‘estado de excepción’, uno piensa que Rajoy realmente ha hecho algo. Si uno escucha a Iglesias hablar de ‘presos políticos’ y a Otegi llamar a las protestas frente un “Estado autoritario y antidemocrático”, uno piensa que Rajoy realmente ha hecho algo. Si uno escucha a Rajoy hablar de que “cada ilegalidad y cada vulneración tendrá su respuesta, que será firme, proporcionada y rigurosa”, uno piensa que Rajoy realmente ha hecho algo. Reconociendo que Rajoy por fin despertó, de hecho recurrió leyes al TC y controla los gastos de la Generalitat, la verdad, la triste verdad, es que ya me gustaría a mi que las actuaciones de Guardia Civil y Mossos de ayer obedecieran a un mandato del Gobierno. Fue un juez, Juan Antonio Ramirez Suñer el que, de oficio, ayer, movilizó a la Guardia Civil para hacer lo que hizo. En febrero pasado, este juez abrió diligencias, a raíz de una querella de VOX y una denuncia a titulo personal del abogado Miguel Durán, sobre las declaraciones de ex juez y ex senador de Esquerra, Santiago Vidal, que presumía de claras ilegalidades cometidas por la Generalitat catalana.

No entiendo nada. ¿Por qué siguen manipulando a la gente dando a entender que ha sido Rajoy y no un juez el que movilizó a los agentes judiciales a actuar ayer en Barcelona? ¿Alguien me lo explica?

A Rivera y Sánchez les ha faltado responsabilidad

Ayer, en el Congreso de los Diputados, se sometió a votación una ‘proposición no de ley’ de Ciudadanos que pretendía posicionar a la Cámara claramente al lado del Gobierno en las actuaciones que, con el visto bueno del PSOE y C’s, el Gobierno de Rajoy está poniendo en práctica frente a la crisis secesionista del Gobierno de la Generalitat. Si bien la intención de Ciudadanos pudo ser aviesa y buscar rédito electoral partidista de su postura al lado de España en el conflicto del ‘procés’, el PSOE ha picado y ha metido la pata hasta el corvejón. El resultado ha sido una vez más que la teórica derecha se ha quedado parlamentariamente sola en su defensa de la unidad de España. Ribera, consciente del complejo socialista para ir de la mano del PP y de la grima que les suele producir la defensa nacional, ha pretendido ponerle, una vez más, el dedo en el ojo a Sánchez. Si bien la irresponsabilidad de Ciudadanos ha conseguido, así reza el titular de ABC, proclamar que ‘El PSOE vuelve a dar la espalda al Gobierno y a los jueces ante el desafío secesionista’, su actitud partidista ha dado pie a la interpretación letal de La Vanguardia, le da motivos para titular en su portada: ‘El Congreso niega su apoyo a la estrategia de Rajoy en Catalunya’. Vaya pifiada de dos irresponsables.

No entiendo nada. Ciudadanos hubiera hecho bien en no presentar nada por aquello de que lo que funciona, el acuerdo tácito, no lo toques y menos en política; pero Rivera no se ha podido resistir a dejar al PSOE de Sánchez, una vez más, con el culo al aire. ¿no han visto que en esta ocasión también se quedaba ‘en pelotas’ la propia España? ¿Alguien me lo explica?

Estafa antidemocrática

El llamado ‘procés’ no ha empezado ahora. Han sido años y años de muchas pequeñas actuaciones y todas dirigidas al mismo fin: la independencia. Ha hecho falta llegar a la recta final para que el silencio cómplice de muchos, gobiernos centrales, partidos políticos, empresarios, sindicatos, asociaciones etc, se empiece a romper en cuentagotas. No cabe callar si hasta el gobierno central habla. La cobardía, madre de estos silencios, ya en grado menor, hace que muchos, ahora arropados por un grupo, firmen un sinfín de manifiestos. Algo es algo. Uno de los manifiestos, el llamado ‘1-O, Estafa antidemocrática’ firmado por unos mil ‘intelectuales de izquierdas’, es un paradigma del problema. Afirmando que no pueden avalar la convocatoria del 1 de octubre con su voto, pasan a enumerar las razones que les lleva a catalogarla de ‘estafa’: la convocatoria no es transparente, no establece un mínimo de participación, se ha marginado a las fuerzas de la oposición, se han aprobado leyes en forma ‘express’, y es una convocatoria unilateral. Todas ellas son razones clave y de peso para estos intelectuales de izquierdas. ¿Me están diciendo que si Puigdemont y los suyos cambian las formas, sería válido el referéndum? Que lástima da que, pretendiendo dar luz, se queden en las formas y ni intuyan el fondo. El problema no es el envoltorio sino el contenido.

No entiendo nada. No es que las formas sean antidemocráticas, que lo son, sino que la soberanía reside en el pueblo español y no solo en el catalán. ¿Cómo pueden ser intelectuales si ni de esto se enteran? ¿Alguien me lo explica?